La policía de Austria ha elevado a 4.000 el número de refugiados que han llegado en las últimas horas a la frontera con Hungría, en lugar de los 2.000 de que se había informado inicialmente, aunque teme que la cifra real "podría ser el doble, si no más". "No creemos que esto sea el final", ha afirmado un portavoz policial de la región de Burgenland, Hermut Marban.
El canciller austriaco, Wernes Faymann, ha asegurado en un mensaje en Facebook que tanto su Gobierno como el de Alemania han accedido a permitir la entrada de los refugiados, "debido a la situación de emergencia" que se vive en la frontera con Hungría.
Expediciones cada media hora
Cada media hora, salen trenes de una estación fronteriza rumbo a Viena y hay una veintena de autobuses cubriendo este trayecto de forma ininterrumpida.
Las autoridades húngaras no dejaban entrar a los autocares austriacos por su frontera para recoger a los refugiados, se había lamentado el jefe de la policía de Burgenland, Hans Peter Doskozi, a primera hora.
Trabas desde el lado húngaro
"Les hemos ofrecido que lleven a los refugiados directamente a los trenes o a los refugios --en territorio austriaco--, pero ellos simplemente paran los autobuses en el lado húngaro y hacen bajar a todo el mundo bajo la lluvia", ha explicado.
Dos trenes especiales con refugiados procedentes de la ciudad fronteriza austriaca de Nickelsdorf están a punto de partir en dirección hacia Viena, ha añadido Doskozi.
La mayoría proceden de Siria
Europa vive una de sus peores crisis migratorias por el desplazamiento de miles de refugiados, en su mayoría procedentes de Siria. Un alto porcentaje de ellos solicita asilo en Alemania y Suecia, ante lo que se ha abierto un debate en torno a la instauración de cuotas de asilo obligatorias.
Algunos países, con Hungría a la cabeza, rechazan de plano esta opción y defienden el cierre de fronteras para evitar el paso de refugiados. De hecho, en este país se han vivido días de constantes incidentes en los que los refugiados intentaban subirse a trenes para continuar su ruta hacia el centro de Europa.
Las autoridades húngaras se han comprometido a fletar varios autobuses para trasladar a los refugiados hacia la frontera con Austria, aunque han advertido de que esta medida "no significa que automáticamente puedan abandonar el país".