El acto en el que, este jueves, entidades empresariales catalanas han ratificado su firma de un manifiesto de apoyo al procés se ha planteado formalmente como a favor del concepto del "derecho a decidir". Pero ha tenido un claro tono independentista subyacente. Especialmente, por la intervención previa de cuatro economistas, Joan B.Casas, Jordi Galí, Miquel Puig y Xavier Sala i Martín, que han defendido defendido las oportunidades económicas que a su parecer ofrece la independencia -procurando no usar el término-, así como han minimizado sus riesgos.
Casas ha criticado la política económica del Gobierno respecto a Cataluña. Ha explicado que el Ejecutivo decide de una forma u otra sobre "el 90%" de los recursos de la Generalitat, ha considerado excesivo el límite de déficit para las CCAA, y ha asegurado que, teniendo en cuenta solo el conjunto de las administraciones catalanas, la deuda de Cataluña tendría una buena calificación -mientras ahora se considera "bono basura, ha recordado". "Ni podemos decidir sobre los ingresos, ni sobre los gastos, ni sobre el déficit, ni podemos endeudarnos", ha expresado.
La intervención de Casas ha tenido un carácter eminentemente técnico hasta su frase final. Ha terminado introduciendo un matiz independentista -no explícito-, cuando ha hablado de "la distancia entre lo que somos y lo que podríamos ser".
El "divertimento" de Galí
Más ha elevado el tono Galí. Aludiendo al concepto del "déficit fiscal", ha presentado unos cálculos -que ha calificado de "divertimento de verano"- sobre el efecto positivo en la economía de Cataluña de que el Gobierno invirtiera en Cataluña en proporción a su PIB. Que ha cifrado en un 8% de mejora en 10 años, un 13,2% en 20 años, y un 20% en 50 años.
Galí ha cerrado también en clave independentista. Ha bromeado con que, así como un célebre empresario le comentó que consideraba una "obligación" reunirse con sus trabajadores para explicarles las "ventajas" de la independencia, los economistas "tenemos la obligación de proporcionar material para estas reuniones".
"La UE no nos dejaría marchar"
Puig se ha centrado en la espinosa cuestión de la UE. Ha centrado su exposición en un informe del Gobierno británico que tenía como objetivo, según ha explicado, "convencer" a los escoceses para que votaran a favor de permanecer en el Reino Unido en el referéndum que celebraron el año pasado. Y ha resaltado que el informe no daba por hecho que la independencia significaría la la expulsión de Escocia del club europeo.
Según ha explicado Puig, el informe admitía, como posibilidad, que la justicia europea "obligara" a los estados miembros a modificar los tratados para asegurar "la continuidad" de una Escocia independiente en la UE, antes de que proclamara la independencia. Puig ha expresado que lo mismo podría suceder en el caso de Cataluña. Y ha finalizado con su opinión personal sobre la cuestión: "Aunque quisiéramos salir de la UE, no nos dejarían", ha afirmado.
Sala i Martín habla de la Biblia
El último turno ha sido para el más mediático de los cuatro economistas, Xavier Sala i Martín. Que se ha ganado risas y aplausos explicando que hablaría "de la Biblia". Concretamente, del pasaje del libro de Samuel sobre David y Goliat. Haciendo, obviamente, un paralelismo con Cataluña y España.
"Ni David era tan débil ni Goliat era tan fuerte", ha explicado. Ha señalado que el gigante filisteo tenía obvios problemas de visión, y que el futuro rey de Israel contaba con el arma de su inteligencia -y de su honda-.
Para el economista, la situación actual es similar. "El Estado español está demostrando extraordinarias señales de debilidad", ha asegurado. Mientras que, Cataluña, cuenta con "una enorme vitalidad económica", que "no puede desaparecer con la independencia", según ha afirmado.