El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha justificado este miércoles el adelanto electoral y el intento de convertir el 27S en un plebiscito independentista por "los portazos" del Gobierno a cualquier posibilidad de celebrar un referéndum o una consulta secesionista.
Durante su comparecencia ante la Diputación Permanente del Parlament --en la que también se ha defendido de la acusaciones de financiación ilegal de CDC--, Mas ha insistido en que "el Estado ha negado del derecho y del revés el derecho a decidir del pueblo catalán", por lo que no le ha quedado otra salida que la que ha adoptado.
"Se contarán votos a favor y en contra" de la secesión
En todo caso, ha asegurado que "la noche del 27S se contarán votos a favor y en contra de la independencia". Y ha subrayado que su estrategia no responde a la "improvisación", sino que sus "intenciones" de presentar las autonómicas como un plebiscito independentista era una opción que ya anunció hace dos años como "último recurso".
Según el dirigente nacionalista, "todos los caminos" que ha intentado se han "estrellado" contra "el muro" de las instituciones del Estado.
No se esconde y da la cara
El líder de CDC ha señalado que --pese a ir en el número cuatro de la lista de Junts pel Sí-- su comparecencia ante el Parlament demuestra que no se esconde y que da "la cara".
Además, ha considerado que la constitución de una candidatura unitaria independentista "refuerza" el "carácter plebiscitario" del 27S. "Entiendo que a algunos no les guste, pero esto no significa que no forme parte de la realidad. Miren cómo se ve la convocatoria desde los poderes del Estado" y cómo se observa también desde la UE y mas allá, ha añadido.