El movimiento independentista sigue buscando la fórmula para exportar su plan secesionista a nivel internacional. La última propuesta es la de ampararse en el supuesto derecho llamado "remedial secession" --expuesto en la Declaración de Kosovo-- para afirmar que no hay otra salida que la secesión unilateral.
El profesor de Ciencia Política de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), Jaume López, es el portavoz de 'Reinicia Catalunya', la iniciativa nacida en mayo y que contempla aplicar esta hipótesis a través de un proceso constituyente en el que se definan las bases del nuevo Estado catalán.
Este profesor, coautor y uno de los principales promotores del concepto "derecho a decidir", es también el coordinador de un estudio sobre el proceso constituyente encargado por la Generalitat y cuenta con la confianza del Govern en esta materia. Desde CRÓNICA GLOBAL hemos intentado contactar con López sin éxito, pero sus declaraciones han sido recogidas por varios medios, como El Singular Digital o El Punt-Avui.
La 'inacción' del Estado justificaría la medida
López es uno de los máximos defensores de esta suerte de cláusula denominada "remedial secession" y asegura que la comunidad internacional podría ver con buenos ojos su aplicación en el caso catalán debido a la ausencia de relaciones entre el Estado y la administración autonómica.
Este supuesto principio regula la secesión de una comunidad cultural sin necesidad de una aceptación previa del "Estado matriz". El profesor explica que cuando la comunidad que quiere convertirse en Estado no obtiene una respuesta a sus demandas por parte del Estado del cual forma parte, no tiene más remedio que llevar a cabo una "independencia no negociada".
Frágil equilibrio entre DUI y reconocimiento internacional
El tema de la secesión unilateral, sin embargo, es un asunto espinoso no solo por el rechazo que genera en un amplio sector de la sociedad catalana, sino también por los recelos que despierta a nivel internacional. Y es que la propuesta que plantea López requiere de un equilibro casi perfecto entre saltarse la legalidad --con una secesión unilateral-- y, al mismo tiempo, pretender el apoyo de los socios europeos.
Hasta la fecha, ningún estado miembro de la Unión Europea se ha posicionado a favor de las tesis nacionalistas. La mandataria alemana, Angela Merkel, fue incluso categórica a la hora de mostrar su apoyo al Gobierno de Rajoy cuando calificó el proyecto independentista de "disparate". Y es que para muchos socios supondría abrir la caja de pandora, dado que países como Francia, Belgica o Italia también han visto su integridad amenzada por movimientos similares.
¿Cataluña como Kosovo?
El ejemplo de Kosovo es de difícil extrapolación dado el escenario de violencia que representó, afirman fuentes judiciales a este rotativo. La sentencia del Tribunal Internacional de Justicia de 2010 sobre el caso del país balcánico es prudente a la hora de determinar escenarios donde contemplar la aplicación de este derecho, pero no duda en afirmar que la habilitación de esta opción respondería a una eventual vulneración de los derechos humanos por parte del Estado.
La propuesta impulsada por los independentistas catalanes tratará de convencer a la comunidad internacional de que las relaciones entre el Estado y el Govern han llegado a una suerte de "cul de sac" donde la única salida posible es la secesión unilateral. Este argumento, sin embargo, no será fácil de aceptar habida cuenta de que no existe un escenario de violencia y prima el Estado de Derecho.