Manuela Carmena se plantea presentar su dimisión. El descanso vacacional ha abundado más en una inquietud que, según ha podido saber este medio, ronda por su cabeza desde hace unos días. La alcaldesa de Madrid y su entorno más inmediato están decepcionados por las primeras experiencias vividas en la política en activo y sienten que no reciben el apoyo suficiente de la candidatura que encabezaron: Ahora Madrid.
La marca local de Podemos convenció a la ex juez para que fuera la cara visible de la capital. “Era y es un perfil muy bueno para la alcaldía”, indican fuentes cercanas al partido de Pablo Iglesias. El problema es que el resto de la candidatura estaba conformada por personalidades de ámbitos muy diversos a los que la gestión municipal les ha quedado un poco grande. “Carmena no tiene equipo”, indican los mismos interlocutores.
Marta Higueras, la apuesta de Pablo Iglesias
El origen de la tensión entre Carmena y Ahora Madrid se encuentra en el seno mismo de esta organización. La primera propuesta del líder de Podemos, Pablo Iglesias, para desplazar al PP de la capital era la actual vicealcaldesa y primera teniente de alcalde, Marta Higueras. Al final se le convenció para apostar para la ex juez, cuyo apoyo en las primarias de la organización fue incontestable (obtuvo el respaldo del 63,5%).
Higueras se ha considerado una colaboradora estrecha de Carmena, ya que desarrolló buena parte de su carrera profesional al lado de la alcaldesa. Primero como oficial en los Juzgados de Plaza Castilla y luego en el Consejo General del Poder Judicial.
Referencias erróneas
La número dos del Ayuntamiento de Madrid se ha convertido en la sombra de la alcaldesa en los primeros dos meses y medio del mandato, algo que a la primera edil le empieza a molestar porque ve cómo le entra en su terreno y acota su ámbito de decisión. Principalmente, en el ámbito económico.
El enfado de Carmena y su intención de arrojar la toalla es una constante en los cenáculos de la capital, que no han hecho el parón tradicional de vacaciones en este extraño agosto lectivo. La publicación Decisión Económica, que ha avanzado las intenciones de Carmena, añade que la alcaldesa se siente engañada por Ahora Madrid a propósito de las referencias que le ofrecieron de los miembros de la candidatura.
¿Qué haría el PSOE?
También indica que está descontenta con la constante filtración de información por parte del Gobierno municipal. Considera que proyectos en los que se había empezado a trabajar como la tasas turística, el impuesto local a la banca por instalar cajeros en la vía pública o la nueva normativa de terrazas hubieran llegado a buen puerto si sus concejales fueran más discretos.
La dimisión de Carmena implicaría que Higueras tomara el testigo. Se viviría entonces una situación similar a la de principios de 1986. El socialista Juan Barranco, número dos del Ejecutivo y el responsable del grueso de las decisiones que se tomaban entonces en el consistorio, sustituyó como primer edil a Enrique Tierno, con un perfil más institucional, tras su fallecimiento. Barranco venció en las locales celebradas un año después.
Si se llegase a ese extremo, Ahora Madrid tendría un problema en la nueva votación de investidura. Carmena consiguió ser alcaldesa con el apoyo de la bancada socialista. Ahora, el PSOE se halla en plena guerra interna tras la destitución de Antonio Miguel Carmona como portavoz municipal.
Cohesión del Gobierno de Barcelona
Las aguas revueltas en Madrid contrastan con la cohesión del equipo de Gobierno de Ada Colau en Barcelona. Las decisiones de la alcaldesa de la otra gran ciudad gestionada por una marca local de Podemos como congelar nuevas licencias turísticas durante un año o buscar una salida social para los manteros han levantado polvareda, pero en este caso la imagen que ha ofrecido el Ejecutivo ha sido de mayor cohesión y de apoyo sin fisuras a la primer edil.
“Su trayectoria profesional no era tan brillante como la de Carmena, pero el equipo del que se ha rodeado tiene mucho más nivel”, indican las mismas fuentes de Podemos. Iglesias cedió a la activista el poder real en las gestiones para conformar una candidatura en Barcelona. Además, en la capital catalana se incorporó ICV, un partido que ya había estado en el Gobierno municipal en coalición con el PSC y con un organigrama de partido tradicional detrás.
Otros sectores señalan, no obstante, que las candidaturas de perfil populista incorporan el peligro de su propia fisonomía: muchos decisores y escasez de liderazgos claros.
Incorporación de miembros de otros partidos
Otro factor que interlocutores de BComú consideran exitoso es que a Colau no se le han caído los anillos para reconocer que en las filas de la organización faltaban candidatos suficientemente preparados para gestionar determinadas áreas de Barcelona y ha contratado a altos cargos de otros partidos con experiencia contrastada.
Entre ellos, el gerente municipal, Jordi Martí, ex militante del PSC que tomó distancia con el partido por el proyecto nacionalista, o el encargado de Medio Ambiente del Área Metropolitana por BComú, Joan Pinyol, ex alto cargo en la Generalitat con Artur Mas.