La definición del modelo territorial que proponen para España es una de las asignaturas pendientes de Podemos. La joven formación liderada por Pablo Iglesias no parece tener claro su discurso en este punto.
Por una parte, se presentan como firmes defensores de la "plurinacionalidad" del país y de la posibilidad de que las CCAA celebren referendums secesionistas, aunque matizan que eso solo es posible con una reforma constitucional -de difícil implementación, habida cuenta de que los principales partidos y la amplia mayoría de los ciudadanos no apuestan por esta opción-.
Un modelo "federal o confederal" con asimetrías
Este martes, en una entrevista en la Cadena Ser, el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, se mostraba partidario de un modelo "federal o confederal" para España -sin especificar cuál de ellos prefería-, y apuntaba alguna concreción en el ámbito fiscal, admitiendo asimetrías en este terreno, además de en el cultural y lingüístico.
El número dos de la formación justificaba esa posición arumentando que hay que "buscar un tipo de encaje que trate de forma diferente a lo que son situaciones diferentes". "Tenemos que entender que la uniformidad no es la mejor forma de construir fraternidad", insistía.
La difícil cuadratura del círculo
Sin embargo, hace solo cuatro meses, el propio Errejón lanzaba un mensaje bien distinto. Durante la presentación del programa marco de Podemos para las elecciones autonómicas y municipales del 24M, alertó sobre la "fragmentación y regionalización extrema" que se estaba produciendo en España y propuso "romper con la dinámica cantonalista" actual.
En ese sentido, destacó que en todas las CCAA "hay problemas compartidos y soluciones compartidas" y propugnó "tender puentes" entre ellas, en vez de "enarbolar identificaciones de un sitio o de otro para enfrentar a ciudadanos entre sí" o "unos territorios con otros". "Va haciendo falta en la pedagogía democrática en España la posibilidad de hablar con el mismo tono, con la misma voz y con las mismas propuestas en todos los territorios", insistió.
Podemos se enfrenta ahora al reto de compaginar este discurso con los de algunos de los dirigentes independentistas de Catalunya sí que es pot -coalición de la que forma parte el partido de Iglesias-, y con la posibilidad de alcanzar tras el 27S pactos con formaciones como ERC o la CUP, que ya han condicionado cualquier acuerdo postelectoral a apoyar el proyecto secesionista. De momento, la falta de claridad en este ámbito ya está generando las primeras deserciones.