Rodrigo Rato nunca tuvo cuenta en Twitter
El ministro del Interior justificó ante el Congreso su encuentro con el ex vicepresidente del Gobierno por unas amenazas por las redes sociales que no pudo recibir directamente
14 agosto, 2015 17:15El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, justificó este viernes ante el Congreso de los Diputados que el pasado 29 de julio se reunió con Rodrigo Rato, ex vicepresidente del Gobierno imputado en varios casos de corrupción, porque temía por su seguridad personal y había sido amenazado, “especialmente en las redes sociales”. El político habló de 400 tuits preocupantes e incluso leyó alguno de ellos a la Comisión de Interior. El problema: Rato nunca ha tenido una cuenta propia en la red social.
Existen múltiples perfiles del también ex director gerente del FMI. Entre ellos, la “página de seguidores del gran estafador” o una que se declara “adicto a las tarjetas black y a los clubs con muchas luces de colores”, perfiles falsos que se mueven entre la crítica ácida y la parodia de los escándalos en los que se ha visto involucrado el ex responsable de Economía de España durante el Gobierno de José María Aznar.
Denuncia de Podemos
También se han dado otras cuentas como la de @15MparaRato, sin ninguna interacción pública hasta la fecha, y las de otros ciudadanos de todo el mundo que comparten el mismo nombre y apellido del responsable de la tormenta de verano del PP.
Ha sido Podemos la primera formación en denunciar que la justificación de Fernández Díaz no se sostenía porque Rato nunca pudo recibir las amenazas por la red social en primera persona. Ha acusado al ministro de burlarse de “la inteligencia de los ciudadanos” y de ser “rehén de una trama corrupta”, según el secretario de política del partido, Íñigo Errejón.
“El ministro no puede decir la verdad porque teme el chantaje de Rato”, ha sentenciado.
Su pareja, increpada en la red social
Sí que tiene cuenta personal en Twitter la pareja de Rato, la periodista Alicia González. Ella sí usó la red social para defender la presunción de inocencia del ex vicepresidente del Gobierno cuando fue detenido el pasado abril y manifestó que había sido increpada por algunos de los usuarios.
Algo parecido ocurre con la otra gran red social, Facebook. El político cuenta con una página de seguidores, pero no con una personal pública. Si la tiene, está muy protegida para que nadie le pueda encontrar ni compartir algo del contenido que ha colgado allí.