Uno de los argumentos que más repiten los defensores del proyecto independentista promovido por Artur Mas es que se trata de un "proceso" popular que tiene una implantación transversal en todas las clases sociales. Sin embargo, los datos demoscópicos indican todo lo contrario.
Según Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), el independentismo tiene un escaso apoyo entre las familias con menores rentas, mientras que va aumentando a medida que lo hacen los ingresos familiares.
Solo un tercio de la mitad menos favorecida es independentista
En concreto, el último Barómetro de Opinión Política del CEO, publicado este mes de julio, indica que los partidarios de que "Cataluña se convierta en un Estado independiente" suman un 32,57% de aquellos que tienen unos ingresos familiares netos mensuales de 1.200 euros o menos. En este grupo se encuentra, según el IDESCAT, aproximadamente el 22% de los hogares de Cataluña.
En el tramo con ingresos familiares netos mensuales de entre 1.200 y 2.000 euros, el independentismo tiene un apoyo del 38,82%. Este grupo lo forma alrededor del 28% de los hogares catalanes.
El 60% de la mitad de la población con más ingresos apoya la secesión
En cambio, el independentismo aumenta hasta el 56,17% entre las familias que tienen unos ingresos netos mensuales de entre 2.000 y 3.000 euros. En este grupo se encuentra el 18% de los hogares de Cataluña.
Finalmente, en el tramo de las familias que cuentan con unos ingresos netos mensuales de más de 3.000 euros (y que constituye el 32% de los hogares catalanes) los partidaros de la secesión de Cataluña suman el 67,91%.