El cruce entre Diagonal y Passeig de Gràcia en Barcelona, ahora plaza de Joan Carles I, que ahora el Ayuntamiento y la Comissió de la Dignitat planean renombrar y republicanizar, ha sido objeto de múltiples cambios de nombre y de inconografía en los últimos 100 años. Y de chanzas de los barceloneses.
Desde finales del siglo XIX y principios del XX, la plaza era conocida popularmente como Cinc d'Oros, por cinco islas circulares que, vistas desde lo alto, le daban la apariencia de este naipe. Prueba de la fortuna de este nombre, que el Ayuntamiento no descarta recuperar, es que no muy lejos de allí, en la esquina de Diagonal y Rambla Catalunya, estuvo situada desde 1968 hasta 2002 la célebre librería Cinc d'Oros. En 1909 se colocaron unas farolas modernistas en las islas, que se retiraron cincuenta años después. Actualmente están situadas en la avenida Gaudí.
La Victoria y el 'lloro' franquista
Durante la II República se erigió el actual obelisco, con la alegoría de la república -en la cúspide- y la efigie de Pi i Margall que ahora se propone recuperar. Tras la victoria franquista, ambos elementos fueron retirados. En su lugar se situó, al pie del obelisco, una alegoría de la Victoria de Frederic Marès -curiosamente, diseñada como símbolo republicano para el concurso original de 1932-, que no se retiró hasta 2011.
Junto con la figura de la Victoria se colocaron dos águilas imperiales. La mayor de ellas, en un rotundo estilo racionalista-fascista, se situó en la cima del obelisco. Y dio pie a que los barceloneses rebautizaran popularmente el lugar como plaça del lloro. Las autoridades franquistas retiraron el águila tras la II Guerra Mundial, y esta denominación popular se sustituyó por la de plaça del llapis. Que sigue estando muy extendida incluso hoy en día, más de tres décadas después de que en 1981 -tras el 23F- se bautizara oficialmente como plaza de Joan Carles I.