Unió ha puesto el grito en el cielo por el cese del director de Catalunya Ràdio, Fèlix Riera, vinculado a los democristianos. Pero lo cierto es que su destitución se ha visto favorecida por la reforma de la ley de la Corporació Catalana de Mitjans Audivisuals (CCMA) que llevaron a cabo CiU y el PP tras la llegada al poder de Artur Mas en 2010. Con los votos de Unió.
En 2007, el gobierno tripartito modificó la normativa de la CCMA con la idea de fomentar su independencia del poder político. El consejo del gobierno del organismo se fijó en 12 miembros, y estos debían ser elegidos por mayoría cualificada de dos tercios del Parlament. El argumento era que esta mayoría cualificada obligaba a buscar candidatos de consenso antes que a nombres de partido.
El cambio, en 2011
En 2011, y con los argumentos de la eficiencia y la austeridad, CiU revertió estas reformas -con ayuda del PP-. Los consejeros de la CCMA pasaron a elegirse solo por mayoría simple en segunda votación, y su número se redujo de 12 a 6. La cifra no es baladí: con seis consejeros, la mayoría cualificada de dos tercios necesaria para algunas decisiones es de cuatro. Es decir, que coincide con la mayoría simple.
Se da el caso, además, de que UDC ha posibilitado -indirectamente- con sus votos el cese de Riera. La semana pasada votó a favor de nombrar consejera de la CCMA a Rita Marzoa, propuesta por ERC, para ocupar el puesto que dejó vacante hace casi dos años el socialista Xavier Guitart. Y ha sido justamente la entrada de Marzoa la que ha dado mayoría -por el voto de calidad del presidente de la CCMA, Brauli Duart- a CDC y ERC para fulminar a Riera.