Un concejal de Barcelona con cargo cobra más que el presidente del Gobierno

La oposición municipal de Barcelona ha derrotado al equipo de gobierno en el primer pleno que presidía Ada Colau. Logró hacerle pagar la ingenuidad de prometer un recorte de sueldos sin tener el apoyo suficiente para implementarlo, pero también evitó ver mermadas sus generosas retribuciones.

El argumento, expuesto por el convergente Joaquim Forn --que en la anterior legislatura ingresaba 98.000 euros anuales--, es que los sueldos ya habían sufrido distintos recortes en años anteriores.

56.387 euros para un concejal de base

Un simple concejal de la oposición, si cargos municipales más allá de representar a quienes le votaron, seguirá ganando unos envidiables 56.387 euros brutos anuales, sólo 12.000 menos que un ministro y a apenas 11.000 euros de distancia de un secretario de Estado.

Un concejal de Barcelona en Comú (BeC) que tenga cargo en el ejecutivo ganará 84.532 euros, más que el mismísimo presidente del Gobierno, que tiene una retribución bruta de 78.185 euros.

Los partidos han quedado en evidencia

Si la intención era dejar en evidencia la precipitación con que BeC proclamó a los cuatro vientos que bajaría los sueldos del ayuntamiento, el objetivo se ha conseguido.

Pero a la vez estos partidos han perdido una buena oportunidad para ser coherentes con el discurso que todos ellos suscriben de que, en buena parte, la economía del país está como está porque tanto las administraciones públicas como los ciudadanos estiraron más el brazo que la manga y vivieron por encima de sus posibilidades durante años. Han quedado en evidencia.

La alcaldesa recibirá 100.000 euros brutos al año (Xavier Trias se había subido el salario a 109.000) y entregará la diferencia a instituciones benéficas, dado que pretende cobrar sólo 2.200 euros netos mensuales. Los tenientes de alcalde seguirán recibiendo 98.192 euros al año y tendrán que hacer lo mismo que ella.

El gasto público será el mismo

Los 22 votos (del total de 41) que controlan CDC, UDC, PSC, Ciutadans y el PP mantienen las retribuciones de todos sus cargos electos, que aun estando en la oposición son muy altas. Han conseguido, eso sí, que Ada Colau no pueda presumir nunca de haber reducido el gasto del consistorio, dado que las arcas municipales seguirán pagando lo mismo.

ERC se abstuvo en la votación porque tiene otra forma de contemplar el ajuste de retribuciones, que en su opinión debería alcanzar a los directivos de las empresas municipales. La CUP apoyó la propuesta de BeC porque su código ético establece en 1.600 euros netos el sueldo máximo de un cargo electo.

Carmena ha sido más hábil

La situación en el Ayuntamiento de Madrid no es muy distinta, aunque Manuel Carmena no dará la oportunidad a la oposición de que se cebe en ella. No tratará de bajarle el sueldo a sus concejales.

Sencillamente, el equipo de gobierno cumplirá con el código ético de la candidatura Ahora Madrid. En lugar de quedarse los 100.000 euros brutos al año que cobraba su antecesora, Ana Botella, la nueva alcaldesa se quedará 48.400 brutos y el resto los entregará a instituciones benéficas. Esa cantidad equivale a unos 2.400 euros netos mensuales repartidos en 14 pagas, más o menos lo mismo que Colau.