La apuesta por una lista única independentista de cara al 27S lanzada inicialmente por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y matizada posteriormente se le ha vuelto en contra y, ahora, parece estar dispuesto a utilizar argumentos que rozan lo grotesco y lo surrealista para tratar salir del callejón sin salida en el que se ha metido.
El dirigente nacionalista siempre apeló a esa unidad con un objetivo muy claro: evitar que se visualizase el fracaso que supondría una nueva pérdida de escaños por parte de CDC en la cita electoral; algo muy probable, según todas las encuestas.
La propuesta de Mas, un boomerang que se ha vuelto contra él
Pero en los últimos días las formaciones y las entidades independentistas se han enzarzado en una inaudita subasta en torno a la elaboración de la lista única. Y la opción de que esa candidatura esté formada exclusivamente por miembros de la “sociedad civil” secesionista y “sin políticos en activo” ha ido ganando peso hasta convertirse en la alternativa preferida por las principales entidades independentistas, como la ANC y Òmnium Cultural.
Esto ha encendido todas las alarmas en CDC y en el propio Mas, puesto que su propuesta inicial se ha acabado convirtiendo en un planteamiento que, de hecho, le dejaría fuera de las elecciones del 27S.
"¿Qué quiere decir un político en activo?"
Para tratar de reconducir la situación el presidente de la Generalitat ha tenido una ocurrencia insólita: presentarse ante la opinión pública como un político que ya no está en activo porque ha anunciado su intención de no volver a presentarse a otras elecciones después del 27S.
Mas ha defendido esta sorprendente posición en una entrevista en 8TV. “Se dice, mejor que no haya políticos en activo. ¿Qué quiere decir un político en activo? ¿Un político en activo es uno que dice: yo me ofrezco a incorporarme a una lista unitaria y ya no me volveré a presentar más? Este ya no es un político en activo y pasa a ser otra categoría de político”, ha señalado para reivindicar que quiere incorporarse a la hipotética lista unitaria.
"Perfeccionar" la propuesta de lista unitaria para poder incorporarse
Durante su intervención, Mas ha insistido en diveras ocasiones en esta cuestión, asegurando que él todavía no se ha “pronunciado” sobre una lista independentista “sin políticos” y que no ve nada claro.
“¿Una lista sin ningún político? Si se trata de ganar, se trata de sumarlo todo, ¿no? Para ganar hay que poner los mejores disponibles. Hay políticos en este país que han hecho una contribución decisiva a llegar al punto donde estamos. La primera idea sería, sumémoslo todo”, ha indicado.
Y ha anunciado que convocará a los partidos y entidades independentistas en los próximos días para tratar de aclarar todos los detalles de la propuesta de lista “sin políticos en activo” y tratar de “perfeccionarla”.
"Una cosa es no encabezar la lista y otra ni siquiera estar en ella"
En todo caso, Mas ha querido dejar muy claro que él estaba “dispuesto a encabezar una lista o a estar en ella”, y que no entiende que “se considere como político en activo es cualquier persona que se haya dedicado o que se esté dedicando todavía aunque después no se quiera dedicar en el futuro, que sería mi caso”. “Si me dicen que [la lista] sea sin el presidente, pues ya hablaremos, pero tal vez haya gente o mucha gente que no lo entenderá”, ha añadido.
Y ha reiterado:
“No hago condición de encabezar la lista; se puede hacer la lista con el presidente. Pero una cosa es no encabezarla y otra ni siquiera estar en ella. Si se me convence de que todos los políticos somos un inconveniente, incluido yo, y que lo que hacemos es restar en vez de sumar, y que todo lo que hemos hecho los últimos tres años sirve para muy poca cosa, pues hablaremos de todo. Pero de entrada creo hemos de sumar todo lo que sume de verdad”.
No es seguro al 100% que convoque el 27S
Por otra parte, Mas ha advertido de que la lista sin políticos tendría muchos riesgos para el proyecto independentista. “¿Cómo se eligen las personas de esta lista? Y, si no ganásemos, ¿podemos dejar el parlamento de Cataluña cuatro años sin partidos soberanistas? Hemos de asegurarnos de no meternos un gol en propia puerta”, ha alertado.
En ese sentido, el presidente de la Generalitat ha vuelto a generar dudas sobre la convocatoria del 27S, señalando que no hará “cualquier cosa” y que no habrá cita electoral si no hay “un escenario que no sea suficientemente sereno para hacer las cosas que tenemos que hacer”.
También ha descartado la propuesta de la CUP, que pasaría por presentar una lista independentista unitaria sin políticos el 27S para volver a celebrar otras elecciones autonómicas (que denominarían “constituyentes”) tres meses después, con las generales entre ambas. “¿Tres elecciones en cinco meses?”, se ha preguntado un cariacontecido Mas.
Rull también duda de que Mas sea un político en activo
Horas antes, el coordinador general de CDC, Josep Rull, había adelantado la posición de Mas.
“Cuando se habla de políticos o no políticos, ¿en qué términos se hace? ¿qué es lo que se pretende? ¿y cuál es el mejor mecanismo para poder sumar? Volvamos a incorporar aquel concepto de decir, hombre, aquellos que han expresado su voluntad de no volverse a presentar a unas elecciones, por tanto, de abandonar la actividad política, ¿los hemos de considerar políticos en activo o no?”, se preguntó.
El riesgo del "ridículo"
Curiosamente, Rull también apeló a que “lo que hagamos, la gente lo ha de entender muy bien, muy bien; si somos capaces de explicar bien lo que estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo y por qué lo estamos haciendo, desde CDC estamos muy convencidos de que el 27S los que defendemos la independencia de Cataluña obtendremos un mandato democrático claro, rotundo e inequívoco”. Sin embargo, visto el panorama actual, no parece que los partidos y entidades independentistas estén teniendo éxito a la hora de “explicar bien” lo que están haciendo.
Más contradictorio, si cabe, ha sido el presidente de la Generalitat en su entrevista, cuando -tras defender en repetidas ocasiones que él no es un político en activo- se ha atrevido a criticar a algunos partidos de la oposición por “pervertir el lenguaje” hasta el punto de “llegar al ridículo más espantoso”.