Después de que ERC y la CUP rechazaran la propuesta de lista única independentista con participación de la sociedad civil y al margen de los partidos que lanzó Artur Mas tras la consulta del 9N, se entabló una dura guerra dialéctica entre los entornos de CDC y ERC. El enfrentamiento duró hasta enero de este año, cuando Mas y Junqueras anunciaron un acuerdo para convocar elecciones en clave plebiscitaria el 27 de septiembre. Pero ya ese mismo día hubo nuevas propuestas de unidad y desacuerdos.

Mas explicó que parte del acuerdo alcanzado con ERC pasaba por buscar alianzas ente ambos partidos de cara a las elecciones municipales del 24 de mayo. Principalmente, tras las elecciones, priorizando acuerdos de gobierno nacionalistas. Junqueras negó este punto la misma noche, aludiendo a la autonomía local de su partido. Y los hechos lo demostraron, con múltiples ayuntamientos -entre ellos, Barcelona- en los que ERC ayudó a descabalgar a CiU del poder.

Pero para el 24M, en realidad, la gran novedad no fueron las listas unitarias independentistas, sino las listas de "confluencia" de la izquierda alternativa. Como la de BComú, con ICV-EUiA, Podemos, Procés Constituent y Equo. Pero también otras que incluyeron a la CUP, como el caso de Badalona.

Capgirem Catalunya en Comú

Y de hecho, incluso desde esta amalgama de la izquierda alternativa se han hecho propuestas de candidatura unitaria en clave independentista, o al menos soberanista. Restringida a la izquierda, eso sí.

El llamamiento más claro lo hizo la monja benedictina Teresa Forcades, líder de Procés Constituent. En su última asamblea, el partido aprobó una propuesta de la propia Forcades para concurrir el 27S junto a la CUP, ICV, EUiA, Podemos e incluso ERC. Forcades también tenía un nombre para su alianza: Capgirem Catalunya en Comú.

Solo dos días después, la CUP contestó dando calabazas. No tanto a Procés Constituent, sino a ICV-EUiA y Podemos, a quienes la CUP rechaza por no apostar claramente por la independencia. "Quieren ganar unas elecciones para gestionar una autonomía intervenida", señaló el diputado cupaire Quim Arrufat, al rechazar el plan de Forcades.