La formación cupaire anunció en enero, tras más de un mes de ardua polémica en el entorno independentista alrededor de la propuesta de lista única de Artur Mas, que se borraba de cualquier negociación sobre las listas electorales con convergentes y republicanos y apostaba por su propia lista "rupturista".
"La pluralidad y la riqueza de la sociedad no cabe en ninguna lista única", proclamó entonces el diputado cupaire David Fernández. Que argumentó que "la complejidad del proceso no cabe en ninguna lista única", y que este no lo puede "patrimonializar nadie".
La propuesta de la CUP pasaba por unir a organizaciones y entidades independentistas de la izquierda alternativa bajo el nombre de Crida Constituent. Pero su idea tampoco terminó cuajando. Prueba de ello es que el principal socio que se apuntaba para esta idea, Procés Constituent, posteriormente han acabado acercándose más a ICV-EUiA y Podemos.