El nacionalismo catalán no tiene límite a la hora de adoctrinar a los más jóvenes en su ideología. Constantemente saltan a los medios de comunicación casos sangrantes de este tipo que se producen en las escuelas catalanas.
Sin embargo, uno de los ejemplos más evidentes de este tipo de actuaciones se pudo comprobar este viernes en el Parlamento autonómico de Cataluña, y lo protagonizó su presidenta, Núria de Gispert, miembro destacado del sector independentista de UDC.
La inaudita escena -habida cuenta de la neutralidad que debería tener ese cargo- tuvo lugar durante una visita de un grupo de alumnos de primaria a la Cámara autonómica, en el marco de un proyecto educativo titulado "Los valores de Aldeas Infantiles SOS", organizado por esa ONG, que se dedica a la promover la protección de los derechos de los niños.
"A ver si este 11S vas, ¿vale?"
Tras la intervención en el salón de plenos del Parlamento autonómico de cinco alumnos de otras tantas escuelas, De Gispert dedicó unos minutos a felicitarles por sus discursos, explicarles la historia del edificio y darles algunos consejos.
Sorprendentemente, en un momento de su exposición, De Gispert reprendió a uno de los niños (de alrededor de 8 ó 9 años de edad) por no asistir a las manifestaciones independentistas que se celebran el 11S, y le exhortó a acudir este año: "Veis que es como un palacio, y de hecho es el Palacio del Parlamento, pero no había sido un palacio siempre. Las grandes paredes de este palacio se construyeron hace 300 años. Y se construyeron... ¿Vosotros sabéis que el 11 de septiembre celebramos la Diada nacional de Cataluña? ¿Y que algunos de vosotros y de vuestras familias van a manifestaciones, que son muy divertidas y que van las familias? ¿A que sí? [Uno de los niños responde que no] ¿Alguno no? Pues a ver si este 11 de septiembre vas, ¿vale?".
Introduce a los escolares en el 'derecho a decidir'
Pero la insólita actuación de la dirigente nacionalista no quedó ahí. Instantes antes, De Gispert alabó el trabajo de los profesores, para lo que tampoco dudó en apelar al lenguaje independentista: "Entender que [los profesores] tienen un papel esencial para los niños que hoy sois vosotros pero que de aquí a diez, doce o quince años seréis ciudadanos de Cataluña que podréis participar, que podréis decidir vuestro futuro, y para nosotros es muy importante que este futuro en manos vuestras esté de la mejor manera formado".
La Guerra de Sucesión fue una guerra de independencia
Poco después, la presidenta del Parlamento autonómico fue aún más allá y explicó a los escolares presentes una sui géneris visión de la Guerra de Sucesión Española, según la cual, se habría tratado de una supuesta guerra de "los catalanes" en defensa de su "libertad". "Pues el 11 de septiembre de 1714, hace 300 años, hubo una guerra en Barcelona y en Cataluña, y ganaron no los catalanes, ganaron los otros. Y los otros hicieron una ciudadela, que es el parque de la Ciudadela al que habéis entrado, una ciudadela amurallada. Y pusieron allí edificios militantes, como un polvorín, con armas, bombas... Y lo hicieron para controlar a los catalanes para que no volviesen a hacer una guerra. Los catalanes la hacían para tener libertad. Y durante 150 años todo esto fue una ciudadela militar, y el Palacio del Parlamento era el edificio militar por excelencia, el más importante de todos. Y este salón es en el que había armas".