¿Qué le pareció el 'escrache' de Mataró, en contra de la familia que se limitó a pedir judicialmente sus derechos?

Infame. Es vergonzoso que se le haga algo así a una familia. Sobre todo es de un gran cinismo que los nacionalistas vayan diciendo que los padres no reclaman que se dé formación en español, como una lengua más, en los colegios. Con esa presión hay que ser un héroe para exigir estos derechos mínimos para tus hijos en las aulas.

¿Considera que ha sido una acción puntual, o un 'aviso' para otras familias?

No tendría justificación en ninguno de los dos casos. Que se haga esto a un niño es imperdonable.

¿Por qué se ha llegado en Cataluña a esta situación?

Soy poco dada al victimismo, a culpabilizar al otro de lo que vivo. Pienso que en lo que está pasando ahora tenemos responsabilidad todos los que residimos en Cataluña, porque hemos estado callados mucho tiempo.

Ha sido más sencillo no darse cuenta...

En general hemos estado mirando hacia otro lado y admitiendo que se pisotearan nuestros derechos. Y tenemos que ser nosotros los que tomemos cartas en el asunto. No basta con reclamar al Estado que actúe, y menos cuando el PSC se une a los nacionalistas y dice que 'España' viene en plan 'cafre' a 'descohesionar' la 'cohesión' social que tenemos. Lo que se da en Cataluña es una 'cohesión' ficticia, está basada en la imposición y como vemos en algunos casos hasta en la coacción.

¿Qué le sugiere el argumento que justifica la inmersión lingüística en aras de esta 'cohesión social'?

Que esto no ocurre en ninguna parte del mundo, que la primera norma de la cohesión social es la que se basa en el respeto al otro. Y supone que si uno tiene una lengua materna, y es una lengua oficial, ha de poder usarse en la escuela. No puede haber cohesión sin respeto al otro.

Cree que en Cataluña no se respetan los derechos de los ciudadanos...

No se respetan, y no solo los derechos, tampoco se cumple la ley, los nacionalistas son absolutamente antidemocráticos. Y además engañan a los jóvenes con una estrategia pseudorevolucionaria.

¿Pseudorevolucionaria?

Sí. Les intentan convencer que están luchando contra la autoridad, como si ésta fuera algo malo, y les dan alas para que se 'revolucionen' contra una situación que venden como 'injusta'. Y es preciso recordar continuamente que vivimos en un país democrático y que el respeto a las normas es la base de la democracia y de la convivencia.

Manipulan a los jóvenes...

Utilizan tácticas revolucionarias, que es algo que a los jóvenes les motiva. A esa edad se tiene un sentido de la justicia muy acentuado, entre otras cosas porque no se tienen compromisos. Y con este disfraz aparente de 'libertad' y 'lucha' intentan movilizar a muchos jóvenes para que se enfrenten a la democracia y a la ley.

Ha asegurado que los catalanes han estado inactivos. ¿Qué se puede hacer a partir de ahora?

Lo que están haciendo algunos es lo que deberíamos hacer todos los catalanes que estamos por el proyecto común y en contra de la secesión. Denunciar los excesos, exigir que se cumpla la ley y apoyar a entidades como Sociedad Civil Catalana, que está haciendo una gran labor en este sentido.

Entonces el primer paso es dar testimonio...

Efectivamente. No callarse y no someterse al miedo y a la discriminación. Comprendo que los que lo tienen más difícil son los padres que están sufriendo más directamente esta situación. Una cosa es luchar por tus derechos y no poner en riesgo a nadie más que a ti mismo. Pero cuando pones en riesgo a tus hijos...

Entonces es otro cantar.

Es que someter a tus hijos a que estén aislados o acosados en un colegio es muy difícil para un padre.

Hace unos días, en una charla con una candidata de C's por Sabadell nos comentó que su entrada en política se debió a que en una guardería pública, cuando le pidieron a la maestra que si su hijo, de dos años, no entendía algo en catalán, se lo repitiesen en castellano, se negaron. ¿Cree que este ejemplo está cundiendo?

Ojalá fuera así, porque frente a la injusticia muchas veces ponemos a nuestros hijos como escudo. Unas veces porque no queremos que les 'disparen' a ellos y otras veces por un poco de cobardía personal y nos excusamos con eso. Que haya gente que tenga la valentía incluso de hacerlo por sus hijos, que aunque los niños puedan sufrir en un momento determinado crean que la justicia está por encima de la circunstancias, para mí son héroes.

Ha hablado de Sociedad Civil Catalana. ¿Qué es lo que están haciendo bien?

Denunciar. Y por otra parte hacen una cosa muy útil en Cataluña: están dando espacio a mucha gente que no tiene referentes, que no tiene argumentación, que no tiene apoyo y les está dando cobijo.

Sociedad Civil llevó a cabo hace unas semanas una campaña para promover el voto de los catalanes no secesionistas. ¿Pueden iniciativas así cambiar el mapa electoral en Cataluña?

Creo que ya está cambiando. Hay gente que está empezando a tomar conciencia. Muchas personas, como yo y tantos otros que habíamos batallado para reivindicar el catalán y el español como dos lenguas nuestras y para que el catalán, que había estado discriminado durante años, tuviera mayor protagonismo, estamos cambiando de posición vista la deriva que ha tomado la política en estos años en Cataluña. Somos muchos los que valoramos nuestra libertad, muchos los que no queremos que nos impongan una identidad o una lengua.

Más manipulación...

Es que hay un régimen que está llevándonos a construir la Cataluña que ellos quieren y a hacer que los catalanes sean lo que ellos quieren que sean. Y los catalanes somos lo que somos, no lo que nos quieren imponer.

¿Se ha usado la lengua como instrumento para fines políticos?

Sin ninguna duda.

¿Entonces es un nacionalismo de corte lingüístico?

Es un régimen y una religión. Hay un fanatismo que no tiene sentido. De hecho esto está despertando a mucha gente de buena fe que ha visto que se ha llegado a un punto que no se sostiene con ninguna argumentación razonable. Y se están saliendo de la 'secta'.

Desarrolle la comparación del nacionalismo con una religión...

Es cuando unos pocos te dicen lo que está mal y lo que está bien, cuando se crean tabúes, cuando las opiniones de uno se presentan como si estuvieras faltando al respeto a los demás, y no es así. Por ejemplo, no puedo decir que no me interesa el catalán, como no me interesa la cultura del Bajo Egipto. Y esto no tiene por qué ser una ofensa, no es un desprecio a esta lengua.

Explíquese.

Como ciudadana puedo escoger mis inquietudes culturales y como pienso que con el español nos entendemos, me basta. Hubo un momento en el que me interesó el catalán, pero ahora ha dejado de hacerlo. ¿Por qué ha de ofender a nadie decir eso? Es una lengua que en principio no me interesa, salvo que tenga una relación de afecto con alguien.

¿Entonces?

Entonces sí hablo en catalán porque me parece que es una forma de acercarme al otro y comunicarme mejor. Pero salvo en estos casos no es una lengua que me interese porque pienso que me abre más al mundo el inglés o el español. Respeto a los hablantes, pero las lenguas viven, mueren tienen sus ciclos naturales... Me parece fantástico que haya gente que la quiera defender, e incluso les puedo apoyar para que lo hagan. Pero no es de mi interés.

Algunos sectores no nacionalistas están promoviendo una 'Ley de lenguas'. ¿Qué le parece?

Sobre este tema he escrito un artículo crítico para CRÓNICA GLOBAL. Pero tras hablar con sus promotores pienso que quizás deberíamos debatir sobre ella, porque están dispuestos a perfilarla. Y si se matiza quizás hasta podría apoyarla. Pero tal y como está ahora no puedo hacerlo, aunque creo que es una propuesta bienintencionada con su voluntad de respeto a todas las lenguas de España, no me parece adecuada.

¿En qué falla?

Me parece que está mal formulada y es poco precisa. Tiene aspectos que me parecen absurdos y que se omiten cosas que se deberían mencionar. En este proyecto se habla del respeto a todas las lenguas, pero no se menciona la defensa que también merece el español en las Comunidades bilingües.

Es la acusación que le hizo Antonio Robles en este mismo medio...

Exactamente. O Trancón. Entre otros.

¿Se teme que sea una herramienta de 'contentamiento''?

Es que si lo es, sería un error. Una ley no puede ser nunca una herramienta de contentamiento, tiene que ser un instrumento para que se cumpla lo que es justo, para defender los derechos de los ciudadanos. Y esta ley no creo que lo sea, me parece que está redactada con cierto complejo moral, con cierto sentimiento de estar en deuda, que evita hacer planteamientos claros por si los nacionalistas los mal interpretan. Por otro lado, si creen que con una ley van a contentar a nadie, se equivocan, no lo conseguirán.

¿Por?

Si hay un grupo de gente que no quiere formar parte de nuestra comunidad por muchas concesiones que hagamos, ellos no se bajarán del burro. Que además, a mi modo de ver, es lícito. Entiendo que haya gente que quiera que Cataluña sea independiente, y es algo a discutir y no tengo ningún problema en que alguien piense distinto a como yo veo las cosas. Faltaría más, además creo firmemente que a las minorías hay que respetarlas. Pero siempre que utilicen los mecanismos democráticos que tenemos establecidos en nuestra sociedad.

¿Y qué le gusta del proyecto de Ley de lenguas?

Me gustan más cómo están formuladas otras, como la de Galicia. O las notas que propuso Trancón para mejorarla. Veo bien que se pueda fomentar, aunque no creo que la Ley sea el instrumento adecuado para que desde el Gobierno se cultive la conciencia de que en España tenemos varias lenguas, que hay que respetarlas, valorarlas y fomentarlas. Que esto se imponga por ley... No lo veo. La cultura se propone, se ofrece, se facilita pero no se impone.

¿Es el mundo cultural catalán clientelista?

Absolutamente.

Cuando SCC u otra entidad similar intenta organizar actos contra el secesionismo les cuesta conseguir personalidades de este mundillo. ¿Es por este clientelismo?

La cultura vive de los 'clientes' que la consumen, sean libros, teatro, pintura, música... Hay muchos autores que para defender su trabajo, su obra, no pueden posicionarse porque les cierra puertas o les hace perder subvenciones en Cataluña.

Quien se mueve, no sale en la foto.

El otro día hablaba con una persona que me comentaba que los traductores catalanes al castellano no pueden recibir ayudas públicas del Ministerio de Cultura porque están transferidas a Cataluña. Y tampoco las pueden pedir aquí porque solo apoyan la traducción en catalán.

Usted es la cara visible de CLAC. ¿Cuáles son los objetivos de la entidad?

El objetivo principal es construir un espacio físico o virtual, en el que se pueda dar el debate en absoluta libertad, sin ningún tipo de doctrina, sin saber, como decía Félix Ovejero, cuál es el final del camino que se emprende en las actividades culturales que propongamos. Si se plantea una reflexión, que no sepamos cual es la tesis final, que surja a partir del debate que se plantee.

¿Qué más?

Que se dé testimonio que existe una cultura, y unos catalanes, que no somos lo que nos han dicho que tenemos que ser, sino que somos lo que somos. Abrirnos a las propuestas internacionales. También es importante que queremos divertirnos, que en Cataluña nos lo pasemos bien que con esta disciplina nacionalista que estamos sufriendo a veces es difícil disfrutar. La diversión no tiene reglas.

¿Cree que les falta sentido del humor a los nacionalistas?

Sí. Hay muchos nacionalistas que lo tienen, pero en el nacionalismo, como en toda religión, el humor no cabe. Cuando se trata de transgredir las reglas, las normas, ironizar, tomar distancia, tener perspectivas diferentes, todo eso se rompe cuando lo que tienes que hacer es meterte en una estructura previa, como te exigen las normas del nacionalismo.

¿Si el nacionalismo catalán es una religión, quién sería el 'Papa'?

Jordi Pujol.

Pero es un ángel caído.

Es igual, sigue siendo el 'Papa'.

¿No le subirán de nuevo a los altares?

Más que un ángel caído, es un hombre caído. Creo que hay muchos nacionalistas que perdonan al 'padre' que ha cometido un error. Han visto que es 'humano'. En el fondo esta situación les ha acercado a él, justifican sus errores.

Todo por la patria.

En un acto que organizó CLAC en el Círculo Ecuestre una asistente contó cómo diversas amigas suyas pensaban que Pujol había cogido ese dinero "para devolverlo a Cataluña cuando sea independiente". Uno puede interpretar la realidad como desee, pero si escuchar cosas así no nos provoca risa, es para morirse.

¿Qué proyectos tiene CLAC?

Hace poco organizamos en la librería Bernat, con Ernesto Cardenal, una ponencia sobre el manifiesto de los 2.300. Nos pareció interesante que treinta y cinco años después un chico joven, de 24 años, que es de Madrid, nos dijera como se ve desde allí aquella iniciativa, a tiempo pasado.

¿Qué más?

Tenemos entre manos un proyecto divertido que estamos perfilando. Es la 'Universidad clandestina', en colaboración con Montse Serrano, de esta misma librería, en la que se provocarán encuentros a lo largo del año entre profesores de universidad y los alumnos que quieran apuntarse.

Un foro de debate...

Esa es la idea, porque cuando decimos 'alumnos', nos referimos a todos aquellos que quieran acudir, sin límite de edad o sin mirar que graduación tengan. Buscamos que se establezca entre ellos una relación directa. Por ejemplo, estamos preparando cursos sobre Dante, la Biblia para agnósticos, Shakespeare y la Cábala. Rafael Pinto, Andreu Jaume o Carlos Feliu son algunos de los profesores. Es una forma de acercar conocimiento a la gente interesada sin una programación cerrada.

¿No hay ninguno previsto sobre la historia de la estelada?

De momento no, pero si hay algún profesor que quiera hacerlo nos parecerá bien. En CLAC estamos abiertos también a que independentistas puedan organizar un debate sobre cualquier tema. No nos importa que se cante el 'Virolai' dentro de nuestros actos. Es un espacio abierto. Pero no hemos conseguido todavía convencerles, y eso que tengo amigos independentistas a quienes se lo he propuesto. Supongo que tendrían muy difícil justificar entre los 'suyos' esta colaboración.

¿Les podrían acusar de 'colaboracionistas', usando su lenguaje?

Exactamente. Y es una pena.

¿Los nacionalistas utilizan las instituciones académicas y la universidad para 'vender' su visión?

Sin duda. Y no solo en la universidad, también en los colegios, desde la guardería. Adoctrinan a los niños desde muy pequeños. Es algo que me hace pensar en Corea del Norte, que a los chavales no los eduquen en libertad. Que en vez de proporcionarles conocimiento y cultura busquen crear 'maulets'.

¿Perderán los nacionalistas la batalla?

Sí, sin duda.

¿El 'procés' es un timo?

Sí.

¿Cómo acabará la situación, a corto plazo?

Si por el corto plazo hablamos de las elecciones, no lo sé, pero tendremos un tramo amargo hasta el 27 de septiembre. Al final los buenos siempre ganan. Los pueblos a veces se fanatizan y se inclinan hacia un lado por una cuestión de péndulo, porque ha habido muchos años de injusticias por una parte. Y ahora estamos en el otro lado del péndulo. Pero al final, por caída, se vuelve al punto medio. En Cataluña el seny, que ha sido algo que nos ha caracterizado durante muchos siglos, volverá a imponerse. Y volveremos a vivir en libertad y la sociedad civil, que ahora se está moviendo de nuevo y que ha sido muy activa en Cataluña, pondrá las cosas en su sitio.