No ilegalidad, pero si una más que posible actuación censurable habría cometido el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) en una inspección que descubrió una irregularidad que salpicaba a la ex empresa de su director, el controvertido Josep Maria Padrosa.
Según informa este miércoles el diario El País, los inspectores del CatSalut constataron en 2013 -tras una denuncia de una empresa del sector- que una filial de Corporación Fisiogestión, la empresa de la que fue apoderado Padrosa antes de llegar a su cargo actual, estaba prestando como subcontratada de la Fundació Salut Empordà unos servicios que esta ultima había obtenido en concurso de la Generalidad con la condición de que se prestaran directamente, sin subcontratarlos.
Sin sanción alguna
Una patente irregularidad, que podría haberse castigado con la anulación del concurso o con una sanción económica "del 20% del contrato", según esta información. Pero nada de eso ocurrió.
La inspección se cerró con un requerimiento a la Fundació Salut Empordà para que prestara el servicio directamente, pero sin sanciones. Entre otras cosas, porque la inspección del CatSalut no tiene competencia para aplicarlas, algo que sí puede hacer el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP) o a la justicia. El problema, en este caso, es que CatSalut no elevó el caso al TCCSP, así como no comunicó a la empresa denunciante el resultado de su inspección, para que esta si llevara el caso al TCCSP si lo creía oportuno.