El presidente de la Generalidad y de CiU, Artur Mas, ya apuntó hace dos días que un fracaso en las elecciones autonómicas anticipadas anunciadas para septiembre podría significar la "caducidad" de su carrera política. Y ahora ha vuelto a hacer un anuncio trágico -y electoralista- para condicionar la viabilidad del proyecto secesionista a que el candidato de CiU, el alcalde Xavier Trias, venza el domingo en Barcelona en las elecciones municipales.
"Si la ciudad nos da la espalda, no lo lograremos", ha afirmado Mas este viernes, en un acto electoral junto a Trias, en el barrio del Carmelo. "No me puedo imaginar un futuro de Cataluña con su capital dándole la espalda", ha señalado el líder de CiU.
Repetir la victoria de 2011
Mas también ha señalado, en la misma línea, que su objetivo es que CiU vuelva a ser la fuerza más votada en los comicios del domingo, repitiendo así la victoria de 2011, cuando, por primera vez desde la recuperación de la democracia, la federación nacionalista superó al PSC en unas municipales.
Las últimas encuestas, no obstante, no son nada claras para los convergentes en Barcelona. Las de La Vanguardia y El Periódico dan vencedor a Trias, con poco margen -sobre todo, la del diario del grupo Zeta- sobre la Barcelona en Comú de Ada Colau. Las del CIS y El País, en cambio, sitúan a Colau por delante, aunque también con poco margen.
En este sentido, la dramática proclama de Mas puede interpretarse más bien como un llamamiento al 'voto útil' -como, por otra parte, han hecho otros partidos este viernes, último día de campaña-. Un 'voto útil', esta vez, en clave secesionista.