Arcadi Espada, periodista y escritor, en una entrada publicada este jueves en el blog El Mundo por dentro:
"[...] Es interesante centrarse en la manifestación de ayer [convocada para exigir el desacato a la sentencia que ordena a un colegio de Mataró impartir en dos clases el 25% del horario lectivo en castellano], una depurada exhibición del totalitarismo de la masa que, como tal, arranca de las mentiras y desemboca en las amenazas. La gran ausente de la fatigiosa ceremonia es la familia que reclamó. Allí hay lenguas, naciones, políticos y abstracciones diversas; pero ni una sola alusión al sujeto real de derechos. La ausencia queda perfectamente retratada en este párrafo, que trato un poco para que sea inteligible, del Facebook de Oriol Abelló García, uno de los miles. Dice: 'Gracias, padres del alumno. Después, si su hijo se queda solo a la hora del patio no será culpa de los otros, sino de ustedes que están a favor de que se haga un apartheid, o como en América se hizo con los negros. Los raritos no somos los que hablamos catalán. Los raritos son ustedes'. El pobre Oriol balbucea como puede. Pero lo que dice es, exactamente, lo que dicen las élites educativas catalanas desde hace treinta años. Los raritos son ustedes y vamos a ayudarles a que dejen de serlo.
[...] De un modo recurrente se le exige al Gobierno, y a veces desde su propio partido, que haga política. No parece que el gobierno tenga claro lo que significa hacer política. Este ejemplo de Mataró puede servirle. Hacer política es que una familia no deba sufrir en solitario la carga de defender sus derechos. Hacer política es legislar adecuadamente para que la enseñanza de la lengua oficial la garantice el Estado y no deban costearla moralmente los ciudadanos. Hacer política es evitar el desamparo".