Fidalgo – Tu 'esperas a Noé' y servidor está por 'el me gusta Catalunya, me gusta España'. ¿Quién está menos cuerdo de los dos?
Ferran – Amigo Fidalgo, los dos estamos cuerdos, los que no lo están son los que quieren dividir la sociedad catalana en un momento difícil, de crisis económica, en el que el Gobierno de Artur Mas y sus aliados debería haber volcado todos los recursos en paliar las dificultades de los que peor lo están pasando, y lo que ha hecho es tapar una política de recortes sociales envolviéndose con la bandera.
Fidalgo – Una de las entrevistas que hice para mi libro que me sorprendió fue la de Tomás Guasch, porque con el resto de protagonistas más o menos conocía su postura política. Pero de un periodista deportivo como él, que se ha hecho famoso por su retranca, fascina su teoría del sentido común, como clama por la convivencia entre todos simplemente por lo que es obvio: porque hay muchos lazos que nos unen a todos los españoles y porque juntos nos va a ir mejor para salir de la crisis. Que está en sintonía con lo que dices: gastar en lo que toca, para ayudar a la gente, y no malgastar los escasos recursos públicos.
Ferran – Ya no es un tema partidista, es un tema de humanidad. Cuando hay tanta necesidad, la prioridad es solucionar los problemas, no crear otros que los agraven.
Fidalgo – Queda claro en tu libro que no hemos avanzado nada en ochenta años y que ese mal que denuncias ya se vivió durante la Segunda República. Algunos de los pasajes que citas del diario El Diluvio publicados en los años treinta se podrían aplicar a la Cataluña del 2015.
Ferran – Es que a veces sorprende lo poco que aprenden los pueblos.
Fidalgo – "A nada provechoso ha de conducir el mantenimiento del estado de excitación del que se aprovechen, así los enemigos de la República, como los de la autonomía, para hacernos antipáticos y hasta repulsivos al resto de España". Publicado en octubre de 1934. Y a continuación, una reflexión tuya: "Se echa a faltar un Noé capaz de crear un arca milagrosa que nos permita flotar y salir del caos político, intelectual y moral en que estamos inmersos".
Ferran – Me gustó el juego de palabras entre el nombre de un diario, El Diluvio, federalista, progresista, con el que me siento identificado y que incluso tiene pasajes que me emocionan, con el de un Noé que nos pudiera sacar del marasmo que vive la Cataluña actual.
Fidalgo - Es un juego que practicas durante todo el libro.
Ferran – Porque realmente hace falta algo o alguien que tenga la claridad de visión para cerrar la fractura social que se está creando en Cataluña, fruto de no aceptar la pluralidad del país. El nacionalismo sería democrático si se considerara a sí mismo una opción más.
Fidalgo – Pero eso es imposible, se consideran la fe verdadera, fuera de su patriotismo no hay salvación.
Ferran – De ahí que clame por un 'Noé' que nos lleve a un entendimiento. La exigencia indispensable que para ser ciudadano de primera se acepte la nacionalidad no es aceptable desde un punto de vista democrático. Definirse como "no nacionalista" es inaceptable para la lógica del 'buen patriota' cuyo único afán es la independencia de Cataluña y odia lo español.
Fidalgo – Tú podrías hablar mucho de ello. Y Juan Carlos Girauta. O José Miguel Villarroya. O Jordi Cañas...
Ferran – O Dani Sirera, porque todos los que has citado hemos vivido situaciones desagradables y hemos sido increpados en la vía pública por no pensar como los nacionalistas, pero a Sirera le hicieron lo mismo cuando iba por la calle con un niño de tres años, y le cogieron por el cuello. Esta violencia latente es lo que hace inadmisible lo que ellos denominan 'proceso'.
Fidalgo – Hablas de muchos tipos de violencia...
Ferran – Es que la violencia no solo es física o verbal. Es que no te puedas ganar la vida como periodista porque no encuentras trabajo en los medios por no defender la independencia de Cataluña. Es no poder expresar tus opiniones en la televisión pública por no ser nacionalista. O es ir a TV3 y que te pongan cuatro tertulianos contra uno. O que no puedas conseguir una plaza en la universidad por no tener la ideología 'adecuada'.
Fidalgo – Girauta, en la entrevista que le hice en mi libro, es muy claro. Él tiene claro que el gran responsable es Artur Mas, porque a un tipo con pinta de hooligan es difícil que nadie le tome en serio, pero Mas, con su pinta de persona respetable legitima unos comportamientos que rayan lo condenable.
Ferran – Deja que te lea este párrafo: "La estrechez de miras, el desconocimiento absoluto de la misión que corresponde a Cataluña en España son defectos de los dirigentes de nuestro Gobierno autónomo".
Fidalgo – Parece que hablas de Mas...
Ferran – Sigo: "Esas faltas exigen completa reparación. Doloroso es lo sucedido pero puede enmendarse y a ello deben tender todos los esfuerzos del pueblo catalán. Y, en esta hora solemne de nuestra historia, lo que ante todo y sobre todo procede antes de emprender la nueva senda es devolver al país el sosiego, la paz perturbada por unos equivocados en un absurdo instante de obcecación". El Diluvio. 1934. Es tan real que sorprende.
Fidalgo – Lástima que Quico Homs no leyera El Diluvio. Aunque me temo que prefiere las obras completas de Mikimoto. O de Toni Soler.
Ferran – De todas maneras, por mucho que los dos que citas hayan montado a sueldo de CiU un Tricentenario que es una pura manipulación histórica, no han conseguido su objetivo.
Fidalgo – Supongo que hablas del fiasco del 9N.
Ferran – Exacto, tras el bombardeo mediático que han hecho durante dos años, a pesar de unos fastos del aniversario de 1714 que fueron pura propagada, solo fueron a votar el treinta por ciento del censo. Los números no les salen, de ahí todo este vodevil que estamos viviendo, en el que cada tres meses acuerdan una nueva hoja de ruta independentista.
Fidalgo – A mí me fascina más la productividad constitucional de los independentistas. A la que nos descuidemos tendremos sobre la mesa una docena de textos diferentes para regir la futura República de Ítaca.
Ferran – De todas maneras no es para tomárselo todo a broma. Hay muchos independentistas de buena fe en Cataluña, y aunque no comparto sus ideas, tienen mi respeto.
Fidalgo – Faltaría más, yo también tengo amigos 'indepes', a los que les respeto sus ideas, siempre que también respeten las mías. Pero los que se dedican a parir constituciones como churros están en otra cosa. Están en la 'fiesta', y todos sacan algo de ello por su adhesión a la patria. Mira el caso de Santiago Vidal, un 'juez' que no ha empatado con nadie, y que lo han encumbrado como un mártir de la nueva Cataluña. Para 'mártires' los niños que estudian en barracones, o los pacientes que se amontonan en los pasillos de urgencias, mientras no falta dinero para las fiestecitas nacionalistas. O para TV3. O para los medios de comunicación privados que se ha apuntado a la 'causa'.
Ferran – Yo los llamo 'escribas a sueldo'.
Fidalgo – Recuerdo como citaste a Francesc-Marc Álvaro en la presentación de tu libro.
Ferran – Entre otros, han hecho mucho daño actuando no como opinadores libres, sino como transmisores de las consignas del poder.
Fidalgo – Es que convencer a centenares de miles de catalanes, en poco más de un año, de las bondades de la independencia requería apretar el acelerador. Aunque lo más vergonzoso que recuerdo fueron algunas encuestas del Centro de Estudios de Opinión de la Generalidad (CEO) que eran un puro delirio.
Ferran – Al menos algunos de los promotores de este proceso se han leído a Gramsci, o eso parece, porque han aumentado su hegemonía social y cultural gracias al papel que han jugado determinados medios de comunicación, que han difundido el credo independentista sin tapujos.
Fidalgo – ¿Sigues pensando que esto se arregla con una República Federal, como me dijiste en la entrevista en 'Me gusta Catalunya, me gusta España'?
Ferran – Ya sabes que soy republicano, por razones ideológicas y sentimentales, por todo lo que significó de avance social la Segunda República. Pero de momento me conformo con una España federal, en el que la lealtad entre todas las partes nos permita convivir. Lo de la República ya llegará si todos los pueblos de España la quieren.
Fidalgo – Lo de "pueblos" me parece una concesión. Pueblo hay uno, el español, que está compuesto por diversas sensibilidades y por diversas culturas. Pero la batalla del lenguaje es sumamente compleja.
Ferran – Yo no lo considero una concesión, realmente creo que España es plurinacional, y que todas las naciones que la componen podemos llegar a un acuerdo de convivencia, porque hay muchos lazos que nos unen, de todo tipo, sentimentales, históricos, económicos...
Fidalgo – Te entiendo y te respeto... pero una constante en las entrevistas que hice es como los nacionalistas nos han conseguido imponer sus términos, y estoy de acuerdo con ellos. Por eso prefiero simplificar. Nación hay una, España, y Cataluña en todo caso es una comunidad que reúne gente con una cultura diferente, pero integrada dentro de la cultura española. Y para mí "pueblo" y "nación" es lo mismo. Pero ya firmo ahora mismo tu visión si conseguimos llegar a un acuerdo para los próximos cien años.
Ferran – En eso estamos. Ahora el PSC tiene claro, con Miquel Iceta al frente, que hemos de apostar por una España federal, que es la mejor solución para conseguir el encaje territorial del Estado.
Fidalgo – Al menos tenéis un proyecto firme ahora. O eso parece. Me encantó cuando dijiste en un acto hace unas semanas, delante de la plana mayor del PSC, que la ambigüedad mata los proyectos políticos. Eso te da una credibilidad brutal.
Ferran – En el PSC siempre me han permitido decir lo que pienso. Recuerda que mi denuncia pública de la 'costra nacionalista' de TV3 y Catalunya Ràdio la dije cuando estábamos en el Gobierno catalán.
Fidalgo – Ya te dije que te respeto. Porque esas cosas se acostumbran a decir cuando mandan otros.
Ferran – Veo que le das muchas vueltas a lo que yo pienso... Fidalgo mójate, ¿tú como saldrías de ésta?
Fidalgo – Lo primero es plantarnos y decirles a los nacionalistas que se acabó la fiesta. Que la ley se ha de cumplir en Cataluña, que esto no es el Far West. Y una vez restaurada la legalidad, todo puede valer. Si consiguen articular o sumar mayorías en el Congreso de los Diputados que les den más competencias, será justo. Pero respetando la soberanía nacional de todos los españoles, nada de "la legalidad española no nos sirve, porque somos un pueblo diferente". Todo acuerdo pasa por el acuerdo de las Cortes, no me sirve estas soluciones del "con 68 diputados del Parlament nos montamos una DUI porque hemos salido setecientos mil personas a la calle y nuestra propaganda ha vendido que somos dos millones".
Ferran – Veo que te va el choque de trenes.
Fidalgo – De esta solo saldremos dialogando, pero hay que marcar una raya: la ley es igual para todos. Y a los nacionalistas les va la ley del embudo. Primero, respeto a las normas que se han aprobado democráticamente y aceptar las reglas del juego. Luego hablamos e intentamos llegar a un acuerdo.
Ferran – El Estatuto se aprobó democráticamente no solo en el Parlamento catalán, también se hizo en las Cortes Generales y fue refrendado por los catalanes.
Fidalgo – Ese fue el error. Que se aprobó conscientemente algo que se sabía que era inconstitucional. De esos lodos nacen estos barros. Por supuesto la postura oportunista de Rajoy no ha ayudado en nada, pero es que al leer el texto se veía claramente que el Tribunal Constitucional lo recortaría si alguien recurría.
Ferran – Pero que un tribunal enmiende un texto refrendado por el electorado catalán es una situación que es fácilmente transformable en una afrenta.
Fidalgo – Tenía que haber sido al revés, antes del referéndum el Tribunal Constitucional tenía que haber resuelto los posibles recursos, para que los catalanes refrendaran un texto que no fuera inconstitucional. Pero la chapuza también forma parte de la 'marca España'...
Ferran – De todas maneras ahora es el momento de buscar soluciones. Y una República Federal, con un Senado con capacidad decisoria real sobre los temas territoriales, que no sea una cámara ornamental, con una Constitución que reconociera y respetara de manera efectiva las diferentes culturas y lenguas que hay en España, sería un buen punto de partida.
Fidalgo – Ya te digo que si es por cien años te lo firmo ya. Pero me temo que un acuerdo así los nacionalistas se lo saltarían al día siguiente de que se aprobara.
Ferran – Pero si somos más los que estamos por respetar el acuerdo, al final en democracia las mayorías se imponen.
Fidalgo – No sé si al final arreglaremos esto, así que iremos a las pequeñas cosas. Te deseo un pre-Sant Jordi y un Sant Jordi lo mejor posible. Que vender libros en este país cuesta mucho...
Ferran – Así sea, e igualmente... Aunque me temo que cuando dices "país" no te refieres a Cataluña...
Fidalgo – Que más da... mientras un 'diluvio' se lleve a los oportunistas que solo buscan la división, ya me da igual como quieras llamar a España, o a Cataluña.
Ferran – ¡Brindo por ese 'diluvio'!