El ex secretario de Organización del PSC José Zaragoza ha negado este lunes tajantemente haber sido él quien encargara a la agencia de detectives Método 3 que grabara la conversación del año 2010 entre la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y Victoria Álvarez, ex pareja de Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol, en el restaurante barcelonés La Camarga. El audio de esa conversación reveló presuntas irregularidades de Pujol Ferrusola, y, de hecho, desencandenó las acusaciones periodísticas y -posteriormente- de la propia Álvarez que han llevado al primogénito de Pujol al banquillo de los acusados.
En comparecencia en la 'Comisión de investigación sobre el fraude y la evasión fiscales y las prácticas de corrupción' de la Cámara autonómica, más conocida como 'comisión Pujol', Zaragoza ha sido muy claro: "No encargué la grabación. No puedo decir nada más que esta cosa tan clara", ha proclamado.
Método 3, contratada para la seguridad de Nicaragua
Zaragoza ha repetido la versión que dio el PSC ya en su día, cuando saltó la polémica por la grabación y por otros casos de supuestos espionajes a políticos catalanes: que el partido contrató en 2009 a la agencia de detectives para trabajos relacionados con la seguridad de la sede central del PSC, en la calle de Nicaragua de Barcelona.
"No conozco a nadie de Método 3", ha añadido Zaragoza, que ha matizado que sí tenía una relación de amistad de "muchos años" con una trabajadora de la empresa. El histórico dirigente socialista ha añadido que él nunca ha sido no ya imputado por el caso, sino ni siquiera llamado a declarar como testigo por la justicia.
Este mismo lunes, y en la misma comisión del Parlamento autonómico, el director de Método 3, Francisco Marco, ha desvinculado a Zaragoza del encargo. Aun sin revelar quien encargó la grabación, Marco ha apuntado al "entorno más personal" de Sánchez-Camacho como responsable. Marco incluso ha asegurado que "ni el PSC de forma institucional ni el entorno del PSC" tuvieron nada que ver con la grabación.
La factura política del caso
El escándalo del presunto espionaje a políticos en torno a Método 3, no obstante, pasó factura política a Zaragoza. En septiembre de 2013, dimitió como miembro de la ejecutiva del PSOE, después de que diversos medios publicaran que un año antes había encargado espiar al alcalde de Badalona, el popular Xavier García Albiol, entonces en la oposición. Zaragoza negó las acusaciones, y explicó que dimitía para no perjudicar al partido.
En febrero de ese mismo año, y tras una votación en el Congreso en la que los catorce diputados del PSC rompieron la disciplina de voto del PSOE en relación a proposiciones de CiU e ICV-EUiA que defendían celebrar un referéndum secesionista en Cataluña, Zaragoza dimitió como secretario general adjunto segundo del Grupo Socialista.