Lamentable -pero esperado- espectáculo el que se ha vivido esta mañana en la asamblea general de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) celebrada en un pabellón de la ciudad de Lérida.
Cuando el alcalde de la ciudad y presidente del PSC se disponía a tomar la palabra para dar la bienvenida al cónclave como anfitrión del mismo, la mayor parte de los 3.000 asistentes le han recibido con una descomunal pitada, dedicándole abucheos e insultos, como "botifler" ("traidor").
La situación ha sido tan bochornosa que tanto las presentadoras del acto -las periodistas Esther Sardans y Xantal Llavina- como la propia presidenta de la ANC -Carme Forcadell-, se han visto obligadas a pedir al público que desistiesen en su actitud ofensiva hacia Ros, aunque no lo han conseguido.
"Invitaremos a aquellos que no creen en este proyecto ilusionador a que crean"
Los hechos se han producido tras la emisión de un emotivo vídeo para animar a los asistentes, en el que se recordaban algunas manifestaciones organizadas por la entidad y se reproducían algunos mensajes como que "no pararemos hasta conseguir la independencia".
A continuación, Sardans ha señalado que "continuaremos convenciendo con la razón y animando con la pasión, e invitaremos a aquellos que no creen en este proyecto ilusionador a que crean en él".
"El máximo respeto posible"
Entonces, ha dado paso a Ros, que ha sido recibido con una monumental pitada, con insultos y con gritos de "independencia". "No hemos de silbar, no hemos de silbar, hemos de aplaudir, hemos de aplaudir, por favor. Creo que primeros hemos de escuchar al alcalde y después ya decidís si aplaudís o no. Los catalanes somos personas abiertas", ha gritado Sardans para tratar de calmar los ánimos.
Y ha insistido: "Si este pueblo históricamente nos hemos caracterizado por alguna cosa es por nuestra capacidad de entendimiento, de apertura y de diálogo. Lérida es la ciudad que hoy nos acoge, y por tanto, la máxima autoridad de este municipio es siempre la encargada en todas las asambleas generales de darnos la bienvenida. Pediríamos por favor el máximo de respeto posible y muchas gracias".
Gritos de "botifler"
Ros ha tomado la palabra entre gritos de "botifler", y apesar de hilvanar un discurso absolutamente complaciente con la ANC, no ha conseguido acallar las protestas contra su persona.
"Sois muy bienvenidos a Lérida. Os agradezco que hayáis elegido Lérida para la asamblea. Da mucho gozo ver así este pabellón. Para lo leridanos siempre es un honor albergar asambleas y actos, sobre todo vinculados al debate sobre el futuro de nuestro país", ha señalado el alcalde, recordando que hace un año también se celebró en esa ciudad el inicio de los actos del Tricentenario para "hacer país".
Ros agradece a la ANC su labor
"Quieros agradeceros a la ANC la contribución que hacéis a la fortaleza de la sociedad civil, una sociedad civil imprescindible en Cataluña para mantener la lengua, la cultura y la identidad. En Cataluña, como en países que no han seguido el patrón Estado-nación, es fundamental la fortaleza de la sociedad civil para mantener nuestros signos de identidad, nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra voluntad de ser", ha insistido, mientras era interrumpido una y otra vez con gritos y abucheos.
Y ha proseguido: "Mirad, amigos y amigas, la sociedad civil ha sido clave en los períodos de los siglos XIX, XX y XXI en que Cataluña ha recuperado sus instituciones y ha podido desarrollar aspiraciones nacionales. La sociedad civil es un indicador representativo de la fortaleza de nuestro país, y otra de las fortalezas de Cataluña ha sido que el catalanismo político está en la base de la mayoria de nuestros partidos, organizaciones y entidades. Este denominador común mayoritario ha sido clave para nuestro progreso como nación. Desde las coincidencia, muchas, y desde las divergencias propias de un país con libertad y democracia os deseo el mejor trabajo por Cataluña en vuestra asamblea de Lérida".
Forcadell sube a la tribuna a pedir respeto
Como las interrupciones, gritos y abucheos eran constantes, Forcadell no ha tenido más remedio que subir a la tribuna, aunque Ros, resignado, le ha dicho: "No te preocupes, son muchos años".
La presidenta de la ANC se ha dirigido al público, absolutamente exaltado: "¿Somos demócratas o no somos demócratas? Pues, si somos demócrtas, respetemos todas las ideas, porque en la Cataluña que queremos construir ha de caber todo el mundo, piense lo que piense".
Forcadell se ha quedado junto a Ros, que -tras darle las gracias a la activista independentista- ha continuado su breve intervención como ha podido: "Cataluña ha progresado cuando ha sabido unir las aspiraciones nacionales con las ambiciones de progreso económico, social y cultural. Y la Cataluña actual la hemos construido desde los gobiernos del país, de la Generalidad, y desde los gobiernos de las ciudades y de los pueblos".
Ros: "¡Viva Cataluña!"; el público: "¡Libre!"
Ros ha finalizado con una proclama, "Desde esta ciudad os deseo buena asamblea, ¡viva Lérida y viva Cataluña!", que ha sido respondida al unísono por los presentes al grito de "¡libre!".
Como remate final, una vez Ros se ha retirado del escenario, Sardans ha agradecido al alcalde su intervención, eso sí, "esperando que el próximo 24M esta ciudad se sume a la Assemblea de Municipis per la Independència".
Una situación recurrente
En todo caso, no es la primera vez en las últimas semanas que destacados dirigentes del PSC descubren de primera mano el verdadero rostro del independentismo catalán.
El pasado 8 de marzo, duante un acto de homenaje al juez Vidal celebrado en el Auditorio de Gerona, los representantes socialistas que acudieron a rendir honores al polémico magistrado -al igual que los de ICV- fueron abroncados e insultados por buena parte de las 1.300 personas que allí se encontraban.
Sin embargo, y a pesar de todo, el PSC no parece escarmentar, aunque el independentismo ya le haya dejado bien claro que no son bienvenidos en sus ambientes.