Vuelve a la primera línea de la actualidad la polémica operación de la Generalidad con la compañía Spanair, que quebró en 2011, tras recibir millonarias ayudas públicas de las administraciones catalanas y fracasar en su proyecto de convertirse en una "estructura de Estado". El consejero de Innovación y Empresa de la época de la operación -el segundo tripartito-, Josep Huguet (ERC) afirma ahora que no era partidario de aportar más ayudas a la aerolínea a partir de un momento dado. Pero defiende la bondad de la operación, que aspiraba a convertir el aeropuerto de Barcelona en un hub internacional, y que opina que fracasó -en parte- por una "guerra económica sucia" del Gobierno.
Así se ha expresado Huguet en su comparecencia este viernes en la comisión del Parlamento autonómico sobre la quiebra de Spanair, en la que también ha hablado el entonces consejero de Política Territorial y Obras Públicas, el exsocialista Joaquim Nadal.
Huguet ha explicado que su consejería inyectó 15 millones en Spanair entre los años 2009 y 2010 -el último del tripartito en el poder-, pero que consideraba que esa debía ser la última ayuda pública, y que abogaba porque se buscará un comprador extranjero para la aerolínea. Spanair entro en concurso a finales de 2011, con un déficit de 72 millones de euros, y tras haber recibido cerca de 200 millones en ayudas públicas. El último consejo de administración de la compañía fue condenado en primera instancia el año pasado por concurso culpable.
No fue un "error político"
El ex consejero, no obstante ha querido recalcar que la operación de Spanair no fue un "error político". Y ha dado tres causas sobre su fracaso. Por una parte, Huguet ha denunciado una "guerra sucia económica" del Gobierno, aludiendo a un argumento recurrente del entorno nacionalista e independentista en esa época, que veía trabas a Spanair en la política de Aena -la entidad pública que gestiona los aeropuertos españoles, adscrita al Ministerio de Fomento-.
Huguet, de hecho, ha puesto un ejemplo muy comentado entonces, también desde el nacionalismo: el "caso brutal de Singapur Airlines, que pretendía hacer escala en Barcelona para ir a Brasil", según ha explicado Huguet. Aena no concedió entonces de forma inmediata ese permiso de vuelo, en lo que algunos -entre ellos, Huguet- vieron una maniobra del Gobierno.
Pero Huguet no solo ha apelado al victimismo para explicar la quiebra de Spanair. También ha razonado que el contexto de crisis no ayudó en nada a la compañía, y, sobre todo, a cargado contra la sociedad civil que promovió incialmente el proyecto. Huguet se refería los empresarios, directivos y representantes de instituciones empresariales y organizaciones catalanas que, en un acto solemne en 2007, expresaron su apoyo para convertir el aeoropuerto de El Prat en un hub internacional -a la vez que, de facto, presionaban a las instituciones para actuar en consecuencia-
Huguet, contra la sociedad civil
"Pincharon", ha expresado Huguet. "Aquí hay gente que flojea y, cuando hay que invertir, no invierte", ha afirmado contundentemente el ex consejero, recriminando a los empresarios catalanes que no echaran mano de la cartera para salvar la aerolínea.
Mas comedido ha sido Nadal, que no ha querido "culpar" directamente a Aena y al Gobierno del fracaso de la operación. Pero que sí ha deslizado que la negativa final de Qatar Airways a entrar en Spanair -que precipitó la quiebra-, se debió a razones "exteriores e interiores".
Nadal ha coincidido con Huguet en defender la operación, que ha definido como "viable", "perfectamente plausible" y "oportuna en términos de precio". Y también como "proyecto de país".