Pocos días después del accidente del avión de Germanwings en los Alpes franceses, un monolito fue erigido en la pequeña localidad de Le Vernet -la más cercana al lugar del siniestro- para recordar a los 150 fallecidos, una iniciativa promovida por el alcalde del pueblo, François Balique. "En memoria de las víctimas de la catástrofe aérea del 24 de marzo de 2015", reza la inscripción.
Al conocerse que el texto estaba escrito en francés, alemán, castellano e inglés, se pusieron en marcha varias campañas de particulares y entidades privadas para solicitar que también se añadiese la versión en catalán; una propuesta, sin duda, absolutamente respetable.
Algunas protestas fueron un poco más allá, como la de la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, quien calificó la decisión del Consistorio francés de "una grave falta de sensibilidad".
Culpan a las autoridades españolas de la ausencia del catalán
Menos razonables parecen, en cambio, las acusaciones lanzadas por algunos conocidos periodistas, como es el caso de Jofre Llombart, de RAC1, quien apuntó a "España" como la responsable de que en el monumento no haya "ni una palabra en catalán". "España tampoco deja decidir cómo recordar", señaló, desde su cuenta de Twitter, pese a que ninguna autoridad española tuvo nada que ver con el monolito.
También el periodista de La Vanguardia Oriol Domingo culpabilizó "a las autoridades de Francia, Alemania y España" de omitir el catalán del texto inscrito en la placa, y lo consideró como una muestra de "nacionalismo exacerbado". Domingo aprovechó esta situación para reivindicar la independencia de Cataluña. Un argumento similar fue utilizado por el director del Borne Centro Cultural, Quim Torra: "Ni rastro del catalán en el monolito de los Alpes. Ni eso. Hasta para recordar a nuestros muertos nos hace falta un Estado propio".
La Generalidad exige incluir el catalán pero el Ayuntamiento excluye el español
Sin embargo, lo que sobrepasa todos los niveles de hipocresía y cinismo es la actitud del Gobierno de la Generalidad. Este martes, su portavoz, Francesc Homs, ha revelado que el Ejecutivo autonómico protestó formalmente por la omisión del catalán en la inscripción del monolito y ha asegurado que esa ausencia "se corregirá, porque no puede ser de otra forma", porque "el catalán es una lengua oficial" y porque "había muchas víctimas que provenían de Cataluña". "Se acabarán haciendo las cosas como corresponden de acuerdo con la mayoría de los orígenes de las diferentes víctimas que viajaban en este avión", ha insistido.
Lo sorprendente del caso es que el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por la misma formación política que la Generalidad -CiU-, no aplique el mismo criterio de respeto a las lenguas oficiales que reclama para el monolito de la tragedia en los Alpes y mantenga únicamente en catalán la inscripción que acompaña al monumento a las víctimas del terrorismo construido en 2003 en el cruce de la Avenida Meridiana y la Avenida Río de Janeiro.
Oídos sordos a las peticiones de la ACVOT
La situación que acontece en el monumento a las víctimas del terrorismo en Barcelona es aún más sangrante puesto que, a diferencia de lo que ocurre con el catalán en Le Vernet (Francia), el español sí es oficial en Barcelona, lo que no ha impedido que las autoridades lo excluyan. De hecho, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) ha asegurado a CRÓNICA GLOBAL que desde su construcción y en repetidas ocasiones han reclamado al Ayuntamiento que incluya también el castellano en el texto de la inscripción, pero este no lo ha considerado oportuno.
Tampoco desde la Generalidad -ni en tiempos del tripartito, ni durante la etapa de CiU-, y a diferencia de lo ocurrido con el monolito de los Alpes, han mostrado el más mínimo interés por instar al Consistorio a corregir esta flagrante discriminación, pese a que el castellano también "es una lengua oficial" en Cataluña.
Así las cosas, todo apunta a que, para la Generalidad y para el Ayuntamiento de Barcelona, hay víctimas de primera y víctimas de segunda.