Al presidente de la Generalidad, Artur Mas, se le multiplican los sectores irritados -y preocupados- por los impagos en sus obligaciones de Gobierno autonómico. A las quejas recurrentes de las farmacias, que padecen millonarios retrasos en el pago desde hace casi tres años, se suman ahora los discapacitados, que alertan de que las entidades que les prestan servicios "se ahogan" por la actitud de la Generalidad.
El Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad (Cocarmi), en representación del movimiento asociativo de la discapacidad en Cataluña, ha denunciado este jueves los "impagos" del Gobierno autonómico a las entidades que prestan los servicios de titularidad pública, como residencias, centros de día o similares.
En un comunicado, el Cocarmi explica que se ha quejado por carta al propio Mas, a quien ha recordado que la situación no es precisamente nueva, porque ya se quejaron por el mismo motivo el pasado mes de octubre, cuando la Generalidad anunció un "nuevo" retraso parcial de los pagos.
Podrían cerrar entidades
En la misiva, las asociación de discapacitados advierte de que la situación "se ha agravado" en estos meses, y que las entidades "se ahogan", al tener dificultades para pagar los salarios de los trabajadores. Por ello, no solo está "en riesgo" la calidad del servicio, sino que incluso se podría llevar a la desaparición de entidades.
El Cocarmi también advierte de otro problema. Además de los retrasos, se enfrentan a la incertidumbre de no saber cuándo la Generalidad pagará a las entidades, lo que dificulta la "continuidad" de los profesionales o la negociación con proveedores. En este sentido, exigen al Ejecutivo autonómico de Artur Mas que proporcione un calendario de pagos.
Los discapacitados reclaman también -como ya hicieron las farmacias- que la Generalidad asuma los gastos financieros que han debido afrontar las entidades para seguir funcionando pese a los impagos. Finalmente, expresan su "malestar por unos compromisos que se incumplen de forma reiterada y, por otra parte, con una presión asistencial cada vez mayor".