La batalla por el Ayuntamiento de Barcelona se prevé dura y, sobre todo, incierta. Y los contendientes no descartan ninguna alianza postelectoral, ante un más que probable escenario de fragmentación del voto. Ni siquiera descartan pactos tripartitos que incluirían a quienes ahora pasan por ser grandes adversarios.
Si ayer fue el alcaldable de ERC, Alfred Bosch, quien planteó un posible tripartito decantado hacia el soberanismo -pero no puramente independentista-, junto a CiU y Barcelona en Comú, enseguida se ha sumado la candidata de esta última formación, Ada Colau, quien ha abierto la puerta a gobernar junto a la propia ERC y al PSC. Una posibilidad que también ha visto con buenos ojos el alcaldable socialista, Jaume Collboni
En un debate organizado por Sentit Crític junto al resto de candidatos de la izquierda -los propios Bosch y Collboni, y la 'cupaire' María José Lecha-, Colau no ha descartado una alianza en el Consistorio barcelonés con ERC y PSC. Aunque ha precisado que todo dependerá no solo del resultado de las elecciones, sino que ha apuntado que su formación debería someter a una consulta interna cualquier posible pacto.
Una amalgama diversa
Barcelona en Comú integra al partido de Colau, Guanyem Barcelona, y a ICV-EUiA, Podem, Procés Constituent y Equo. Y las preferencias de pacto de los diversos socios se antojan diversas, si no contrapuestas. ICV-EUiA tiene una larga experiencia en el gobierno municipal junto a los socialistas, y también relativamente extensa junto a ERC. Además, las tres formaciones protagonizaron los dos gobiernos tripartitos de la Generalidad, de 2003 a 2010.
Podem, en cambio, basa buena parte de su discurso en su oposición a la denominada casta, en la que no duda en incluir a los socialistas. Y Procés Constituent parte de presupuestos abiertamente anticapitalistas. En cuanto al modelo territorial, todos los integrantes de Barcelona en Comú defienden el llamado "derecho a decidir". Pero con matices diversos: mientras Procés Constituent es inequívocamente independentistas, el resto se mueve en una cierta ambigüedad, con ICV-EUiA apostando recientemente por un "Estado catalán libre y soberano" dentro de España a la vez que sigue flirteando con el secesionismo, y con Podem defendiendo formalmente el derecho a la autodeterminación -aunque con mucho menos énfasis a nivel de toda España-, a la vez que no desea la secesión.
Unas diferencias que tienen su peso decisivo en la política de ámbito autonómico, pero mucho menos a nivel municipal. Como ha resaltado Collboni, que ha afirmado que el "debate nacional" no debería ser un impedimento para una "alianza de izquierdas", y que en el pasado "no lo ha sido".
"No haremos alcalde a Trias"
Si ha dejado claro Colau que en ningún caso piensa pactar con CiU, y que "lo único" que tiene claro, en cuanto a alianzas postelectorales, es que "no haremos alcalde a Xavier Trias". También resalta el hecho de que Colau no ha puesto el mismo énfasis en abrir la puerta a pactos con la CUP, formación que también se reclama de la izquierda alternativa, y que mantuvo contactos con Colau para formar una lista unitaria.
Unos contactos que no fructificaron, fundamentalmente por la oposición de la CUP a estar en el mismo barco que ICV-EUiA -a quienes consideran como parte del "sistema"-. Y Colau se lo ha recriminado, cuando ha defendido que, para llegar a pactos, "todos deben ceder un poco".