Oleguer Pujol Ferrusola, el hijo menor del ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol, imputado por presuntos delitos económicos -como sus padres y cinco de sus seis hermanos- no ha sorprendido en absoluto en su comparecencia en la 'comisión Pujol' del Parlamento autonómico, y ha declarado lo que se esperaba de él: lo ha negado todo.
En su comparecencia este lunes en la Comisión de investigación sobre el fraude y la evasión fiscales y las prácticas de corrupción política' del Parlamento autonómico -más conocida como 'comisión Pujol'-, Oleguer Pujol ha afirmado que es "falso" que tenga "3.000 millones de euros", como han asegurado algunas informaciones periodísticas, y también ha afirmado que, igualmente, no controla de ningún modo esa cantidad.
Auditoría de Deloitte
En una larga exposición de 45 minutos, en los cuales ha exhibido una auditoría de Deloitte a su empresa, Drago Capital, como principal argumento, Pujol ha afirmado que en 2013 esta gestionaba 2.730 millones de euros correspondientes a 1.600 inmuebles. Pero ha negado que estas cantidades le pertenecieran, explicando que tras su empresa de gestión inmobiliaria hay una compleja estructura de accionistas, legal y fiscalizada por esta auditoría, según ha subrayado.
"No tengo tres mil millones. Mucho de lo que se ha dicho es falso", ha proclamado Pujol. El hijo menor de Pujol fue detenido en octubre, e imputado por el presunto delito de blanqueo de dinero. La investigación recela de operaciones inmobiliarias de las empresas de Pujol desde paraísos fiscales por un un importe global de casi 3.000 millones de euros. Se resalta que las sociedades inversoras que gestionaba el menor de los Pujol realizaron ampliaciones de capital y otros aportes de dinero sin que existan indicios de que contaran con la financiación suficiente para ello.
Participación minoritaria
Pujol se ha defendido sosteniendo que su trabajo desde el año 2000 como gestor inmobiliario implica mover grandes cantidades de dinero que no le pertenece, de inversores y fondos institucionales, y que, aunque su nombre aparezca como titular de cuentas en paraísos fiscales, lo hace a meros efectos de administrador.
En este sentido, ha defendido también que, a pesar de que en su declaración de patrimonio, tras regularizar su dinero oculto en el extranjero con la amnistía fiscal de 2012, sus sociedades tenían una valoración de 80 millones de euros, él era "accionista y administrador" de estas sociedades, pero su participación era de solo un 6%.
Sobre las sospechas que penden en casi toda su familia de cobro de comisiones ilegales a cambio de concesiones de la Generalidad, Pujol ha sostenido que nunca ha hecho operaciones importantes en Cataluña, que nunca ha trabajado para la administración pública, y que "nunca he pedido la intervención de mi padre o mi hermano en temas de recalificaciones o cambios de usos". También ha asegurado que "nunca" ha gestionado dinero de su familia.