Alberto Fernández Díaz se muestra muy crítico con el papel de los medios de comunicación de la Generalidad a la hora de propagar el proyecto independentista de Artur Mas. En una entrevista publicada en el libro Me gusta Catalunya, me gusta España, del periodista Sergio Fidalgo, el dirigente popular asegura que "para muchos catalanes TV3 es una televisión ajena". "No la puedes considerar como propia porque no te sientes representado, pero ya no solo los informativos, sino por buena parte de su programación", insiste.
Pero no solo se muestra en desacuerdo con la "orientación ideológica en pro de la independencia" de la cadena, ya que también está convencido que "hay exclusión, por ejemplo, de catalanes que se expresen en castellano; en los concursos parece que no hay catalanes que hablen en castellano, es una Cataluña no real".
Del "uso normal" del catalán, al "uso excluyente" del castellano
Sobre la escasa utilización del español en ámbitos políticos, como la tribuna del Parlamento autonómico o el pleno municipal de la ciudad de Barcelona, Fernández declara que, "con el pretexto del 'uso normal' del catalán", esta práctica "se ha acabado convirtiendo en un uso excluyente".
"Se avanzó en el 'uso normal' porque se partía de una situación de extrema debilidad del catalán, y cuando se alcanza la paridad y la naturalidad, en vez de decir 'es el momento de usar catalán y castellano con normalidad', te das cuenta de que su normalidad es excluir el castellano. Todo aquello que no coincide con su visión independentista de pensamiento único es considerado 'anomalía a corregir' o 'impropio de la realidad catalana', algo que ellos consideran que se debe extinguir", añade.
"No necesita ser capital de un Estado catalán para proyectarse en el mundo"
El candidato popular defiende que "el ADN barcelonés es antagónico al sentimiento independentista". "Barcelona es una ciudad de libertad, que además de ser capital de Cataluña y una de las grandes capitales de España, al ser un centro de libertad es una urbe cosmopolita, una ciudad del mundo, también en el ámbito lingüístico. No por casualidad seguimos siendo la capital mundial de la edición en castellano, aunque si nos descuidamos Ciudad de México se nos va a comer", explica.
Fernández Díaz niega la independencia de Cataluña sea necesaria para impulsar la ciudad: "Frente a aquellos que quieren que Barcelona se limite a ser la capital de un Estado catalán, defiendo que no necesita serlo para proyectarse en el mundo. Nueva York no es la capital de los Estados Unidos y es una referencia universal. Quiero que Barcelona siga siendo una ciudad abierta y plural y alejada de la endogamia propia del independentismo".