La Generalidad de Cataluña ya tiene presupuestos para 2015. Las cuentas se han aprobado este miércoles, de nuevo con retraso -como en todos los ejercicios desde que Artur Mas es presidente autonómico-, después de un largo proceso de negociación entre CiU y ERC, y tras un recurso del PP al Consejo de Garantías Estatutarias. Y sin ningún apoyo extra para convergentes e independentistas.
El pleno del Parlamento autonómico ha aprobado este miércoles el proyecto de presupuestos de la Generalidad para 2015 por 69 votos a favor, 62 en contra y una abstención. Han votado a favor del proyecto solo los grupos que apoyan al Gobierno autonómico, CiU y sus aliados externos de ERC. Han votado en contra el resto de grupos -PSC, PP, ICV-EUiA, C's y la CUP-, y se ha abstenido la diputada no adscrita Marina Geli -ex PSC, sector soberanista-. Tres diputados autonómicos no han estado presentes en la votación.
Las cuentas aprobadas este miércoles contemplan un gasto de 22.481 millones de euros -un 4,2% más que en 2014-. Y un gasto de 19.981. Los 2.500 millones que faltan espera conseguirlos la Generalidad de transferencias del Gobierno por conceptos no exigibles, como la disposición adicional tercera del Estatuto, que el Tribunal Constitucional consideró en 2010 que no obligaba al Ejecutivo. El propio consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, ya admitió en el momento de presentar su proyecto de cuentas que estas requerirían de una "negociación política" con el Gobierno.
Se cumple el déficit si el Gobierno ayuda
Sumando estos 2.500 millones, los presupuestos contemplan cumplir el límite de déficit marcado por el Gobierno a las Comunidades Autónomas para 2015, y que es del 0,7% del PIB. Siempre contando con estos 2.500 millones, la Generalidad aprobó restituir la paga extra congelada a los funcionarios desde 2012.
La votación de los presupuestos se ha retrasado en parte por el recurso que presentó el PP ante el Consejo de Garantías Estatutarias a la ley de acompañamiento de las cuentas, que incluía una serie de enmiendas destinadas a desarrollar "estructuras de Estado" para una hipotética independencia de Cataluña. El Consejo de Garantías consideró la semana pasada no conformes al Estatuto ni a la Constitución la mayor parte de las enmiendas recurridas, que CiU y ERC reformularon con cambios básicamente cosméticos.