Los tentáculos clientelares del nacionalismo catalán permiten operar un hotel sin licencia y no recibir sanción alguna por ello. Al menos, eso es lo que parece en el caso de Sitges (Barcelona), con un hermano del consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, de por medio.
Según informa este lunes el diario El País, el equipo de gobierno municipal de Sitges, en manos de CiU, paralizó y dejó expirar al llegar al poder, en 2011, un expediente contra el hotel Port Sitges Report, que opera sin licencia, y cuyo propietario fue avalado por un hermano de Puig.
Según esta información, el anterior gobierno municipal socialista inició en 2010 un proceso para cerrar el hotel, que operaba sin licencia desde 2001. Pero este proceso se detuvo al año siguiente, ya con CiU en el Ayuntamiento, y el expediente sancionador caducó en septiembre sin haber sido ejecutado.