Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol y cofundador de Banca Catalana, ha asegurado este lunes que la fortuna ocultada al fisco durante más de tres décadas en el extranjero por el ex presidente de la Generalidad y por su familia no procede ni del banco ni de una herencia, como defiende el ex dirigente nacionalista.
Así lo ha señalado durante su intervención en la 'Comisión de investigación sobre el fraude y la evasión fiscales y las prácticas de corrupción política', desmontando de esta forma la coartada de Pujol.
"No nos consta claramente que venga de una herencia"
Cabana ha insistido en que no sabe "de dónde sale" el dinero de la familia Pujol Ferrusola, y ha señalado que el testamento de su suegro, Florenci Pujol -padre del ex presidente autonómico, no hablaba de cuentas en el extranjero: "No nos consta claramente que [el dinero] venga de una herencia, ni de un legado, ni de una dejación".
De hecho, ha indicado que no se enteró de la existencia de la fortuna familiar hasta que lo publicó el diario El Mundo el 7 de julio de 2014:
"Yo soy un hombre que compro diarios, normalmente compro unos determinados y miro las portadas de los otros. Y el 7 de julio vi una portada de un diario que me sorprendió mucho y lo compré porque hacía referencia a unos depósitos en Andorra de la familia Pujol Ferrusola, con la excepción del [ex] presidente [de la Generalidad]. Esperé unos días y me sorprendió que los interesados no dijesen nada. Entonces, dos o tres días antes de que hiciese el comunicado [con su confesión], el señor Jordi Pujol vino a nuestra casa y nos explicó lo que tenía y lo que había pasado. Yo, sobre la existencia de estos cuatro millones de euros, póngame lo que quiera, juraré que no sabíamos nada, absolutamente nada. Ni lo olíamos. A veces hay cosas que no las sabes pero piensas que puede haber alguna cosa. No lo sabíamos".
"En Banca Catalana no hubo nunca ni una sola operación corrupta"
De igual forma, Cabana ha descartado que la fortuna de los Pujol Ferrusola se hubiese podido originar de su participación en Banca Catalana, hasta el punto de destacar que, cuando saltó el escándalo judicial del banco a principios de los años 80, Jordi pujol cedió sus acciones en la entidad -que ha estimado en "175 o 180 millones de pesetas"- a la Fundació Catalana.
"En Banca Catalana no hubo nunca ni una sola operación corrupta, absolutamente, ni de provecho personal. No había caja B", ha añadido. Aunque ha confesado que desde la entidad incurrieron en "evasión de capitales" para enviar pequeñas cantidades de dinero a Josep Tarradellas, quien desde Perpiñán (Francia) se reivindicaba como presidente de la Generalidad en el exilio.
Molesto y decepconado con su cuñado
Cabana se ha mostrado especialmente molesto y decepcionado con su cuñado. "En las primeras reuniones que hicimos [tras su confesión] salía humo de casa. Ahora ya no, porque hablamos de la nieve del Pirineo y de cosas de estas. Y yo tampoco tengo ningún interés en pedirle nada. Yo ya le he dicho todo lo que le tenía que decir, y él no me ha dicho nada de lo que me tenía que decir", ha señalado.
Y ha explicado incluso que un año antes él y su esposa habían tenido problemas económicos por una inspección de Hacienda por la que debían pagar 70.000 euros, pero cuando se lo contaron a Pujol "ni movió las cejas", por lo que entendieron que no tenía dinero para ayudarles.
"Le tenías que dar veinte duros para pagar una cerveza y un café"
Cabana ha dicho que, antes de la confesión de Pujol, "hubiera puesto la mano en el fuego por él porque era un hombre que no se preocupaba del dinero; le tenías que dar veinte duros para pagar una cerveza y un café", hasta el punto de reconocer que era "el primer pujolista hasta el día de San Jaime", cuando Pujol confesó.
Y ha indicado que el matrimonio Pujol Ferrusola hacía una vida normal "de una familia media", cuyas fincas -el piso y las casas de Queralbs y Premiá- se las habían regalado sus padres. Tras la confesión, en cambio, ha admitido que sintió "incredulidad", "indignación" ("no hay derecho", pensó) y "compasión".
Los hijos de Pujol llevaban un tren de vida muy elevado
Sin embargo, Cabana ha asegurado que los hijos de Pujol sí llevaban un tran de vida muy elevado, y ha criticado que el primogénito del ex presidente de la Generalidad tuviera tantos coches de gama alta: "Ir con un Ferrari por el mundo es reírse de la gente pasa hambre, y eso es intolerable".
Además, se ha desvinculado de ellos, hasta el punto de lamentar que su ahijado, Pere Pujol Ferrusola, le ve "muy poco" y ni le felicita el día de su santo.
Finalmente, se ha mostrado convencido de que el presidente de la Generalidad, Artur Mas, no debía tener conocimiento de la fortuna del clan: "Las personas más cercanas a Jordi Pujol i Soley son su hermana y yo, lo digo categóricamente, al margen de sus hijos. Si nosotros no sabíamos nada, nadie más sabía nada, empezando por el presidente [autonómico] Mas y acabando por el portero de su casa. No. No me lo puedo creer".