El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha posicionado claramente sobre la última -y especialmente grave- crisis entre CDC y UDC, los dos socios de la federación nacionalista de CiU, que por primera vez en 37 años votaron diferente sin haberlo pactado previamente. Ente esta enésima discrepancia, Rivera ha invitado al partido democristiano a abandonar el rumbo que está imprimiendo CDC, en alusión a su inequívoca apuesta secesionista.
"UDC sigue dentro del barco que CDC lleva hacia las rocas", ha expresado este lunes Rivera, en rueda de prensa. "No sé a que esperan", ha añadido, refiriéndose a la posibilidad de que UDC rompa definitivamente su alianza con el partido de Artur Mas.
"Guerra interna" de CiU
Rivera ha indicado que esta "guerra interna" en CiU afecta no solo a las cúpulas de CDC y UDC, sino también a su electorado. En este sentido, -y a la vez que el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, ha reafirmado que la propuesta de su partido es "confederal" y no independentista-, Rivera se ha mostrado dispuesto a acoger a los no secesionistas de UDC, para compartir un proyecto común en España, según ha explicado.
Rivera también ha tenido palabras para el caso Pujol -que la formación naranja denomina "caso Convergència". "La domiciliación de las cuentas en Suiza de la familia Pujol en la sede del gobierno [autonómico] catalán demuestra que Convergència ha convertido Cataluña en su patrimonio", ha señalado Rivera, que ha calificado el hecho de "sorprendente y surrealista".