La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y los representantes de los partidos secesionistas se volverán a reunir este viernes después de que el último encuentro que celebraron hace un mes terminara con un estrepitoso fracaso sobre la hoja de ruta a seguir en el denominado ‘proceso secesionista’.
La ‘Taula de Forces Polítiques i Socials per l'Estat Propi’ es la mesa de la ANC que mediará la reunión entre todas las fuerzas secesionistas y/o a favor del llamado ‘derecho a decidir’. Según informa La Vanguardia, dicha hoja de ruta unitaria está siendo polémica dentro de la ANC porque consideran que no se ajusta a lo acordado en la última asamblea general ordinaria de abril del año pasado.
En esta línea, miembros de la ANC lamentan que las elecciones se hayan convocado para septiembre en vez de marzo, así como había reclamado la presidenta de la ANC, Carme Forcadell. Desde la entidad secesionista empiezan a darse cuenta de cuál es realmente su peso dentro de las relaciones políticas e institucionales de ámbito autonómico y ven que las pautas de los partidos están enfocadas en la dilación del proceso en el tiempo.
“Se ha desinflado el suflé”
El comité permanente de la ANC juzga todo esto de ir en contra del anhelo independentista y admite en un comunicado interno en que el rotativo mencionado ha tenido acceso que "se ha desinflado el suflé”.
El “nuevo escenario ha originado desconcierto, o directamente decepción entre la sociedad catalana en general y, particularmente, entre los asociados, simpatizantes y colaboradores de la Assemblea”, reza el comunicado.
Asimismo, la entidad ha confesado que en diciembre las relaciones entre el presidente de la Generalidad Artur Mas y su principal socio en el desafío secesionista, Oriol Junqueras, era muy “crítica” y que tuvieron que intervenir para impedir un escenario de “ruptura absoluta de la unidad”: "O conseguíamos que los principales partidos llegaran a algún tipo de acuerdo que frenara la caída del proceso o las elecciones se celebrarían en el 2016”.
La ANC se contentó con el mal menor en aras de no romper la unidad al afirmar que el pacto Mas-Junqueras “no era el mejor para el proceso” pero permitió mantener la aparente unidad.