La votación este martes en el Congreso de los Diputados del denominado 'pacto antiyihadista' ha puesto en evidencia que las diferencias entre CDC y UDC son cada vez mayores, tal vez insalvables. Por primera vez en sus 37 años de historia, los partidos que forman la federación de CiU han votado de forma distinta sin haberlo acordado previamente.
De hecho, la Ejecutiva de CiU había decidido no oponerse a la propuesta del PP y el PSOE, y el portavoz de CiU en el Congreso -y líder de UDC-, Josep Antoni Duran i Lleida, había dado instrucciones para apoyar la toma en consideración del pacto, que es lo que se votaba este martes. Sin embargo, cinco minutos antes de la votación, la dirección de CDC ha dado instrucciones a sus ocho diputados para demarcarse de los seis de UDC y abstenerse, lo que ha supuesto una clara desautorización pública de Duran i Lleida.
UDC: "Habría que preguntarle a CDC por qué se ha desmarcado"
La diputada y portavoz de UDC, Montserrat Surroca, ha mostrado la sorpresa de su partido. "Nosotros, UDC, hemos votado de acuerdo a lo que acordamos en la Ejecutiva de CiU, en el sentido de que no obstaculizaríamos esta proposición del PP y del PSOE. Y eso es lo que hemos hecho. En todo caso, habría que preguntarle a CDC por qué se ha desmarcado de esta decisión", ha señalado a los medios.
Hasta ahora, CDC y UDC solo habían votado de forma diferente en cuestiones morales (tales como el aborto o el matrimonio de personas del mismo sexto), nunca en temas estrictamente políticos, y siempre previo acuerdo en los óganos de dirección de la federación. Por lo que esta ruptura es una situación sin precedentes, que acentúa el clima de tensión entre ambos partidos a causa del proyecto secesionista que promueve el presidente de la Generalidad y de CDC, Artur Mas.
Prisión permanente revisable para los terroristas que asesinen
Finalmente, la toma en consideración de la 'Proposición de Ley de reforma del Código Penal en materia de delitos de terrorismo' ha sido aprobada por amplia mayoría (291 votos a favor, 32 en contra y 13 abstenciones), al recibir los votos del PP, el PSOE, UPN, Coalición Canaria, Foro Asturias y UDC.
El texto apela a la necesidad de reformar el Código Penal en el apartado de los delitos de terrorismo por el recrudecimiento de la actividad terrorista, en especial de corte yihadista, y por la intensificación del llamamiento a cometer atentados en todas las regiones del mundo.
También apunta las acciones que serán consideradas delitos de terrorismo, esto es, aquellas que tengan por objetivo subvertir el orden constitucional, alterar el funcionamiento de las instituciones, obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo o alterar gravemente la paz pública, o los delitos informáticos que busquen los objetivos anteriores.
Aunque el texto no menciona explícitamente la cadena perpetua, sí que remite a la máxima pena recogida en el Código Penal, en el que recientemente se ha incluido la prisión permanente revisable.