El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha ordenado a otras cuatro escuelas catalanas a impartir, al menos, el 25% de las clases en castellano, para satisfacer el derecho a una educación bilingüe reclamada por otras tantas familias.
Estos autos se suman a otra decena de decisiones similares resueltas por el TSJC desde enero de 2014, cuando el tribunal estableció por primera vez un porcentaje mínimo que garantizase el bilingüismo -en español y catalán- ampliamente avalado por innumerables sentencias.
La Consejería de Enseñanza, en cambio, rebaja la cifra total de centros afectados por estas órdenes del TSJC, al asegurar que en algunos casos las familias de los alumnos afectados cambiaron a los niños de centros.
La "atención individualizada" es ilegal
El TSJC reconoce que el catalán puede ser considerado como el "centro de gravedad" del sistema educativo, pero advierte de que el castellano no puede ser excluido como lengua vehicular, y fija una "presencia mínima" del español como lengua vehicular en un 25% de las horas "efectivamente lectivas".
Los tribunales también han advertido en reiteradas ocasiones que la "atención individualizada" en castellano que ofrece la Consejería no es suficiente para satisfacer el derecho de los alumnos a recibir la eduación bilingüe.
Centros de Barcelona y Tarragona principalmente
Los primeros centros a los que el TSJC obligó a impartir, al menos, un 25% de las clases en castellano fueron la Escola Pia de Sarrià-Calassanç (Barcelona); el Col.legi Sant Bonaventura, Franciscans (Vilanova i la Geltrú); el Institut Alba del Vallès (Sant Fost de Campsentelles); la Mare de Déu del Roser (Barcelona), y las Escolapies Sant Josep de Calasanç (Sabadell).
Posteriormente, las resoluciones sobre bilingüismo afectaron a los colegios Vora Mar (Salou), Ramon Muntaner (Hospitalet de Llobregat), Cardenal Spinola (Barcelona), Cèsar August (Tarragona) y Els Cossetans (Cunit).
Una escuela separará a los alumnos en la clase de matemáticas
Uno de los cuatro centros a los que el TSJC ha ordenado ahora ajustarse a la legalidad es la escuela Santa Isabel (Sant Cugat del Vallés). Sin embargo, su directora, Maria Reina Montoro, ha anunciado que no cumplirá la resolución judicial, sino que aplicará una triquiñuela para esquivarla.
El TSJC ordena impartir un 25% del horario lectivo en español a toda la clase afectada (que es de tercero de primaria), pero Montoro ha explicado que dividirá la asignatura de matemáticas (que supone cuatro horas a la semana) en tres "grupos de desdoblamiento": dos de ellos recibirán las explicaciones en catalán y el tercero restante, en castellano.
Además de suponer un incumplimiento de lo ordenado por el tribunal, esta práctica contradice de lleno el criterio marcado por la Generalidad -que siempre ha señalado como innegociable-, en el sentido de que jamás se separaría a los alumnos por razón de lengua.