4-F. El documental "Ciutat Morta" ha sido distinguido con un premio "Ciutat de Barcelona". La cinta narra el desalojo de una fiesta okupa y se pretende un alegato contra la mafia de la Guardia Urbana, la corrupción judicial y las fosas sépticas del Sistema. A consecuencia de aquellos hechos, un agente de la policía local de Barcelona, Juan José Salas, casado y padre de dos hijos, yace en silencio en una silla de ruedas. Una piedra o un tiesto le reventó la cabeza una noche de hace nueve años y un día. Una de las cuatro personas condenadas por aquello, Patricia Heras, se suicidó durante un permiso penitenciario, en abril de 2011.
La emisión del documental por TV3 fue el tema de la semana de la semana pasada en Cataluña, proceso al margen. El alcalde Trias llegó a pedir que se reabriera el caso con la "prueba" de la cinta, propagada y publicitada a bombo y platillo por la cadena autonómica. La principal aportación, que no salía en el documental, era un testimonio anónimo que decía saber quien atentó contra el policía Salas, pero que no tenía la más mínima intención de revelar su nombre. Con semejante pista, la campaña se quedó en tormenta en un vaso de agua hasta que una semana y media después, el jurado de los premios "Ciutat de Barcelona" ha decidido reabrir el "caso".
Trias, que pasó de la indignación inicial contra la Guardia Urbana a una cierta indiferencia ante la endeblez y flaquezas argumentales del asunto, será el encargado de entregar el galardón a los realizadores del filme, que a estas horas debaten si rechazarlo o aprovechar el acto para montar un mitin tras haber participado en debates y programas del sistema mediático autonómico. El alcalde, en cambio, ha aprovechado la circunstancia del premio para sacar pecho de demócrata y afirmar que pese a no estar de acuerdo con el contenido y las conclusiones de "Ciutat Morta" está presto y dispuesto a fundirse en un abrazo con los realizadores y hacerles entrega de la distinción municipal.
Alberto Fernández, presidente del grupo popular en el Ayuntamiento de Barcelona, es el único dirigente municipal que se ha opuesto a la concesión del premio porque a su juicio se trata de un reportaje que incumple las más elementales normas de la presunción de objetividad. Pero más relevante aún resulta su crítica a la posición del alcalde. Según el dirigente popular, la magnanimidad de Trias, su británico fair play y su alto sentido de la trasparencia y la libertad de expresión contrastan con el veto a los rodajes de televisión en Barcelona de series y películas como "Isabel" (la Católica) en el Saló del Tinell, por subrayar subliminalmente la españolidad de Cataluña, o "The Gunnam" en la Monumental porque aparecían reses bravas. Alberto Fernández también ha recordado la censura municipal de la fotografía escogida por los organizadores del "World Press Photo 2013, una imagen del torero Juan José Padilla", cuyo cartel, vetado por la administración de Trias, pretendía ser la imagen de la exposición en Barcelona. El jefe de filas del PP en Barcelona ha sido la única voz crítica con el premio "Ciutat de Barcelona", cuya concesión revela, según el dirigente popular, la hipocresía del alcalde y su intento por competir por el voto antisistema con la izquierda radical.