La economía española "está ganando impulso" y crecerá un 2,3% este año y un 2,5% en 2016, según ha publicado este jueves la Comisión Europea en relación a sus previsiones económicas de invierno.

Bruselas ha revisado al alza seis décimas su pronóstico para España en 2015 (en noviembre había calculado un 1,7%) y otras tres décimas el del 2016. Las previsiones de paro también mejoran, aunque la tasa se mantendrá en el 22,5% este año y en el 20,7% en 2016, más del doble que la media de la UE.

Además, España se convierte en el país de la eurozona que más crecerá en 2015, muy por encima de la media (1,3%) y de la UE (1,7%) superando ampliamente a Alemania (1,5%), Francia (1%) e Italia (0,6%).

Las previsiones de Bruselas son aún más favorables a las realizadas por el Fondo Monetario Internacional (2%). El 2% sigue siendo la previsión oficial del Gobierno, en la que se basan los presupuestos de 2015, aunque tanto el presidente Mariano Rajoy como el ministro de Economía, Luis de Guindos, han apuntado que podría superarse considerablemente esta cifra.

Incumplimiento del objetivo de déficit

A pesar de esta aceleración en el crecimiento, la Comisión Europea ha considerado que España incumplirá el objetivo de reducción del déficit, ya que se quedará en el 4,5% en lugar del 4,2% pactado con la UE (sin tener en cuenta las ayudas a la banca); como en 2016, cuando el desfase presupuestario se situará en el 3,9% en lugar del 3% exigido.

"La reducción del déficit se basa sobre todo en la mejora de la situación económica” y no tanto en las medidas de ajuste, esgrime el estudio. Bruselas también alerta de "riesgos" para las cuentas públicas en 2015 por "la incertidumbre del impacto de la reforma fiscal en los ingresos, los pasivos contingentes en el sector de las autopistas y los riesgos de aplicación en un año electoral". La Comisión calcula que el déficit en 2014 quedó en el 5,6%, mejor que el 5,8% impuesto por Bruselas pero una décima por encima del compromiso asumido por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Los "todavía considerables déficits presupuestarios" y el "bajo crecimiento del PIB nominal" provocarán que la deuda pública siga subiendo hasta el 101,5% este año y el 102,5% en 2016. Por su parte, la inflación caerá hasta el -1% de media este año debido a la disminución de los precios del petróleo y sólo volverá a territorio positivo en 2016 (1,1% de media).

“Modesto repunte” de la construcción

El Ejecutivo comunitario atribuye el aumento del crecimiento en España a "la mejora de las perspectivas en el mercado laboral, la relajación de las condiciones financieras, el refuerzo de la confianza, la reducción de la incertidumbre económica y la caída de los precios de la energía".

"Estos factores sostendrá el crecimiento durante el horizonte de las previsiones, pese al continuo freno provocado por los altos niveles de deuda pública y privada y el desapalancamiento", indica el informe de Bruselas, que señala no obstante que "la velocidad del ajuste externo en marcha probablemente se ralentizará".

La demanda doméstica es el principal motor del crecimiento de este año. El consumo privado se verá sostenido por el crecimiento del empleo y el aumento de la renta real disponible, que "se beneficiará de la caída del nivel de precios a lo largo de 2015 y de la baja inflación después".

También mejora la inversión en bienes de equipo gracias a la relajación de las condiciones de financiación y la prevista aceleración de las exportaciones en 2015. "Tras siete años de ajuste, se espera en 2015 un modesto repunte en la construcción, incluyendo la inversión residencial", destaca la Comisión.

El BCE, garante del crecimiento

El informe pronostica que el empleo aumentará un 1,8% este año y un 2% el que viene. La contracción de la fuerza laboral irá reduciéndose lentamente y el paro bajará al 22,5% este año (frente al 23,5% que había previsto en noviembre) y al 20,7% en 2016 (frente al 22,2%).

El Ejecutivo comunitario deja entrever que el crecimiento de España podría ser incluso mayor que el contemplado en sus previsiones, gracias en particular al programa de compra de activos por valor de 60.000 millones de euros al mes que el Banco Central Europeo (BCE) lanzará en marzo. Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, ha declarado en relación a la función del Banco que "las importantes decisiones adoptadas recientemente por el Banco Central Europeo contribuirán a crear un marco más propicio para las reformas y para unas políticas presupuestarias inteligentes".

"La caída en los precios del petróleo y las intervenciones de política monetaria del BCE podrían traducirse en un mayor crecimiento y una inflación menos negativa que la calculada en estas previsiones, ya que podrían impulsar todavía más el consumo privado y la inversión”, arguyen desde Bruselas.