Los socialistas han reaccionado con escepticismo a la encuesta de intención de voto que ha hecho pública este miércoles el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que sitúa al PP como ganador de las elecciones generales si se celebraran ahora mismo, y que pone a Podemos en segundo lugar, adelantando por primera vez al PSOE en la seria de barómetros del CIS. El partido que dirige Pedro Sánchez ha dicho "desconfiar" de la "cocina" de la encuesta.
"¡Qué casualidad!", ha exclamado en rueda de prensa en el Congreso el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, ante el hecho de que el Barómetro del CIS confirme el sorpasso a manos de Podemos justo en este momento.
Hernando, sin llegar a acusar directamente de manipulación al CIS, si ha dejado caer que el resultado de la encuesta "coincide con la estrategia del PP de ningunear al PSOE, que es el único que le puede sustituirle en el Gobierno de España". Para el dirigente socialista, los populares prefieren tener como antagonista en las encuestas a un partido de nueva creación como Podemos, antes que a los socialistas.
Los datos de Hernando
Hernando, además, ha aportado algunos datos concretos de la encuesta que le hacen "desconfiar". Ha señalado que el PSOE es el partido que mejores resultados obtiene en simpatía y cercanía a las ideas de los votantes -elegido por el 16,6% de los encuestados, por el 15,9% de Podemos y el 14,4% del PP-, que supera al PP en voto más simpatía -aunque Podemos es el ganador en este concepto- y que Pedro Sánchez es el líder mejor valorado -si bien la encuesta no ha preguntado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias-. "La cocina no huele bien", ha resumido Hernando.
Esta no es la primera vez que el PSOE duda públicamente de la cocina -la elaboración de los resultados brutos obtenidos por los encuestadores, necesaria en todo estudio electoral porque las respuestas de los encuestados difieren en mucho de su voto real- del CIS. En noviembre de 2013, ante un barómetro del CIS que invertía la tendencia al alza del PSOE y a la baja del PP de la mayor parte de encuestas ese año, ya opinó que al CIS "se le ha ido la mano con la cocina".