Primer gran pacto de Estado entre el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. En un tema en el que tradicionalmente Gobierno y oposición siempre han buscado el acuerdo, el terrorismo. Concretamente, por la nueva amenaza del terrorismo yihadista.

Rajoy y Sánchez han rubricado este lunes en el palacio de la Moncloa el 'Acuerdo para Afianzar la Unidad en Defensa de las Libertades y en la Lucha contra el Terrorismo', ante la prensa, miembros del Ejecutivo y dirigentes del PSOE. Un pacto que va acompañado de una proposición de ley en el mismo sentido, también pactada por ambos partidos. Y que contempla una serie de medidas, entre las cuales la más polémica ha sido la prisión permanente revisable, que ha saltado del texto por exigencia del PSOE.

El acuerdo firmado hoy penaliza específicamente la financiación del terrorismo, el adoctrinamiento terrorista y la difusión en Internet de contenidos terroristas o que inciten a perpetrar atentados. También contempla una vigilancia de las páginas web con contenido yihadista. Igualmente aborda la figura de los denominados 'lobos solitarios', terroristas que actúan en solitario, sin estar integrados formalmente en ninguna organización yihadista, y que se considera una de las amenazas terorristas más difíciles de combatir. La receta: considerar como terrorista a todo aquel que practique el terrorismo, sea dentro de una organización o no.

La prisión permamente, incluida no explícitamente

El principal punto de discrepancia entre Rajoy y Sánchez en su negociación, que se ha alargado durante dos semanas, era el concepto de prisión permanente revisable para casos de asesinato. Esta pena la ha introducido recientemente en el Código Penal el PP, y los socialistas han exigido -y obtenido- que no constara explícitamente en el acuerdo. La fórmula ha consistido en especificar que a los asesinatos terroristas les será aplicada "la máxima pena privativa de libertad recogida en el Código Penal". Un Código Penal que los socialistas ya han prometido volver a reformar cuando gobiernen, para derogar esta prisión permanente revisable.

El texto también penaliza el denominado "adoctrinamiento pasivo". Es decir, consultar información -páginas web, por ejemplo- de contenido yihadista. Pero especificando -a petición del PSOE- que solo puede considerarse "adoctrinamiento pasivo" cuando la consulta se lleva a cabo con el objetivo de integrarse en una banda terrorista, colaborar con ella o perseguir sus fines.

El acuerdo contempla, igualmente, "garantizar los recursos humanos y materiales" necesarios para la lucha antiterrorista, desarrollar políticas de prevención del "radicalismo" -incluyendo al racismo o la intolerancia religiosa-, y promover la cooperación internacional contra el terrorismo. 

Tras la firma del acuerdo, Rajoy y Sánchez han pronunciado una declaración institucional, sin admitir preguntas. "Quienes creemos en la democracia y la libertad tenemos una convicción que la unidad es necesaria. El consenso es imprescindible para defender la forma de vida de una sociedad abierta como la española", ha afirmado Rajoy. Sánchez ha sostenido que el acuerdo era "imprescindible", y que "concede más eficacia a la lucha contra el terrorismo sin limitar la libertad de los españoles".