La nueva formación liderada por Pablo Iglesias, Podemos, parece alterar cada vez más los planes secesionistas en Cataluña. Su exitosa irrupción a las elecciones europeas significó un punto de inflexión en el panorama político tanto a nivel del conjunto de España, como en el caso específico catalán.
Podemos parece tener el potencial necesario para romper la hegemonía nacionalista en Cataluña y, por ello, todas las alarmas han sido activadas en el entorno nacionalista, que ve en esta nueva formación una amenaza para la estabilidad y consolidación de su plan secesionista.
La opinión pública cercana al entorno nacionalista tampoco parece gustarle demasiado la apelación constante a la “patria” a la cual hace referencia el líder de la formación y ya han advertido sobre ello a través de los medios. Uno de los primeros en constatar este nuevo discurso referente a la patria ha sido Enric Juliana. El periodista escribe en La Vanguardia que es la primera vez en la historia reciente democrática que un partido de izquierdas utiliza la palabra “patria” sin darles “vergüenza”: “Cuarenta años después de la muerte del general Franco, un grupo de jóvenes contestatarios, provenientes en su mayoría de la escuela marxista, utiliza la palabra patria para convocar la formación de un nuevo bloque político-electoral opuesto a la línea que gestiona la crisis. No les da vergüenza. Ya no les da vergüenza. Patria es uno de los lemas de la nueva izquierda. Esa es la novedad de ayer en Madrid. Y no es menor.”
En la misma línea, en el diario Ara, destacan este recurso del líder de Podemos de incorporar la “patria” y el “patriotismo” en sus discursos. El politólogo Jordi Muñoz ve en ello un elemento de influencia latinoamericana y, de forma crítica, los tilda de ser una izquierda "camaleónica": “Entre las nuevas incorporaciones llama especialmente la atención el recurso frecuente a hundes de patriotismo y soberanismo nacional bastante inspirado en el caso latinoamericano: el patriotismo es contribución al bienestar colectivo (frente a la evasi´no fiscal, por ejemplo), pero también la defensa de la independencia de la patria frente a los poderes económicos y políticos internacionales.”
El uso de la palabra “patria” y “patriotismo” ha dejado descolocado a algunos sectores nacionalistas que veían que antes de la irrupción de Podemos la reivindicación nacional era patrimonio exclusivo del movimiento secesionista. Ahora compiten con una nueva izquierda que reivindica la “patria” y que amenaza con arrebatarle los votos de un parte de la ciudadanía catalana que el nacionalismo veía como potenciales electores.