El partido de moda, Podemos, mantiene una posición intermedia -y una cierta ambigüedad- en Cataluña respecto al denominado "derecho a decidir". Un concepto que contempla y defiende, aunque rechaza la opción de la independencia, y precisa que ese "derecho a decidir" debe aplicarse también a cuestiones sociales. Pero no hay muchas dudas de que su dirección considera a Cataluña una nación. Como confirma el propio líder del partido, Pablo Iglesias.
Preguntado, en una entrevista en La Vanguardia, por si Podemos seguirá el camino habitual de las fuerzas de izquierdas de ser representadas en Cataluña por un partido "independiente" a su referente nacional -como el PSUC y el PCE- o bien con un "estatuto diferencial" -caso del PSC-, Iglesias explica que "en el futuro, será razonable que Podem [refiriéndose al partido en Cataluña] tenga una personalidad específica", y que "se avanzará en esa dirección". No sin antes proclamar que "nosotros entendemos perfectamente la diferencia nacional catalana".
Al hilo de esta cuestión, el periodista Enric Juliana pregunta a Iglesias si la candidatura de Guanyem, que forman la Guanyem de Ada Colau, ICV-EUiA, Procés Constituent y la propia Podemos, será "el PSUC de Podemos". A lo cual Iglesias responde echando balones fuera: "Guanyem es una experiencia municipalista específicamente referida a la ciudad de Barcelona. Por cierto, planteada con mucha inteligencia y habilidad.
Sí avanza Iglesias que esta misma alianza no se repetirá en las próximas elecciones autonómicas en Catalunya, anunciadas para septiembre, al explicar que "en las elecciones catalanas habrá, seguro, una papeleta con el nombre de Podem".
"Tengo mucha admiración por David Fernández"
El líder de Podemos también aprovecha la entrevista para matizar sus palabras en su reciente primer míting en Barcelona, cuando intentó marcar distancias con una formación de izquierda alternativa que le puede disputar una parte del electorado, la CUP, por la vía de atacar a su representante más visible, el diputado autonómico David Fernández, al que recriminó que se hubiera abrazado con el presidente de la Generalidad y de CiU, Artur Mas, para celebrar el sucedáneo de consulta del 9N.
"Me arrepiento de esas palabras. Me equivoqué", dice Iglesias. "Creo que una expresión mucho más afortunada hubiese sido decir que nosotros no iremos de la mano de Mariano Rajoy y Artur Mas", añade. "David Fernández es un ejemplo político para muchos catalanes y yo tengo mucha admiración por él", explica, no sin precisar que sus palabras, aunque mal expresadas, representaban "una crítica que entiendo justa a algunos sectores del independentismo".
También marcando distancias no ya con el independentismo sino con ciertos sectores nacinalistas, y al ser preguntado sobre ciertas acusaciones de lerrouxismo que ha recibido Podemos en Cataluña, Iglesias salta: "Ahí veo el alma del catalanismo que menos me gusta. El catalanismo de discursos inflamados y de pactos con las élites españolas cada vez que las cosas se ponen difíciles", responde. "Un catalanismo de discursos fuertes, con cuentas en Suiza y en Andorra y pactos por arriba con los poderes españoles. Es un honor ser atacado por ellos. Revela que estamos haciendo bien las cosas", concluye Iglesias.