"Uno de los objetivos que tiene el poder castellano es aniquilarnos. Por tanto, dadas las circunstancias, necesitamos un Estado propio que pueda legislar [sobre la lengua]. E incluso así, durante un período se debería estar muy alerta para vigilar qué pasa. Pero sería un punto de partida irrenunciable porque sin la preeminencia de un idioma no hay supervivencia".
Así justifica el filólogo y escritor Pau Vidal su reivindicación para que el catalán sea la única lengua oficial y "de poder" en una hipotética Cataluña independiente. Y así lo recoge en su último libro, recién salido del horno, que lleva un título muy significativo: 'El bilingüismo mata'.
El bilingüismo perjudica al catalán porque es "contaminado" por el español
El libro defiende la teoría de que "el bilingüismo no funciona" y que "el catalán está lejos de la normalidad", pese a que nunca a lo largo de la historia había habido tantos catalanohablantes como hay hoy en día.
Según Vidal, "el catalán no se está muriendo por falta de hablantes sino por falta de catalán", es decir, por "la contaminación" que el catalán sufre al estar en contacto permantente con el español, y que lo llevará a la "disolución".
"Subordinación mental" al castellano, "autoodio" y "complejo de inferioridad"
En una entrevista para Vilaweb, el autor del libro carga contra la "exaltación del bilingüismo" que hacen los políticos "para no tener conflicto". "Si no tomamos conciencia, nos podemos encontrar que tengamos Estado y no tengamos lengua. ¿Entonces para que putas queremos el Estado?, se plantea.
Vidal, que ha sido responsable de la sección de lengua en diversos programas de Catalunya Ràdio y es el encargado del crucigrama de El País, denuncia que en Cataluña existe una "subordinación mental" de los catalanohablantes respecto a los castellanohablantes a causa de un supuesto "autoodio" o de un "complejo de inferioridad".
"Es normal que tengamos miedo, somos como el perro apaleado"
"Hemos recibido tanto que es normal que tengamos miedo. [Los catalanohablantes] somos como el perro apaleado que cuando te acercas recula y empieza a ladrar. [Utilizar palabras en español al hablar en catalán] pasa cuando te han dicho durante siglos y siglos que tu lengua no vale nada y te la han asociado a la idea de campesion, de rústico, de anticuado", insiste.
Y formula lo que denomina el "síndrome del polvo": "Si tú dices a alguien 'ahir vaig fotre un clau de collons' ['ayer eché un clavo de cojones'], en seguida te imaginan con una barretina en un pajar del Solsonés. En cambio, si dices 'quin polvo que té aquesta tia' ['qué polvo tiene esta tía'], el imaginario es otro. No es mejor que el clavo, pero la sumisión hace que a la gente le parezca así".
"No basta con la inmersión"
El filólogo considera que la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán que se aplica en las escuelas públicas no es suficiente. "No basta con la inmersion", asegura, porque "hoy hay cientos de miles de alumnos que han pasado por la inmersión y no son catalanohablantes; dicen que lo saben hablar pero no lo hablan habitualmente; y no solo eso, sino que muchos tienen dificultades para hablarlo; no los podemos contar como catalanohablantes".
Y añade: "Si nos dijesen la verdad, nos deprimiríamos mucho. Durante treinta años no la hemos dicho, nos ha parecido que todo iba mucho mejor y ahora nos encontramos con esto".
Propone una Cataluña en la que no entienda a los que no hablen en catalán
¿Qué propone Vidal? "Falta una ley. Es decir, que las circunstancias sean otras. Falta lo que tienen en cualquier sitio normal: un código preeminente. Que el niño, cuando sale del instituto con un catalán precario porque en su entorno no lo hablan, se encuentre con la obligación de utilizarlo. Pero literalmente: que vaya a un sitio donde no le entiendan si no habla en catalán. Como en cualquier sitio. Porque, si no, las lenguas se oxidan".
Y rechaza el argumento de los que dicen que, si el catalán ha sobrevivido al franquismo, no morirá: "La aceleración y la revolución tecnológica han hecho que los medios que tenía el franquismo para aniquilar la lengua fuesen un chiste al lado de los que hay ahora. Porque ahora tenemos una frecuencia de contacto lingüístico incomparablemente superior a la de entonces. Hablamos con más gente, nos llegan más canales de televisión y radio, y las redes sociales nos han puesto en contacto con mucha gente continuamente y con muchos lugares. Eso hace que las posibilidades de contaminación aumenten exponencialmente".
Entre los principales responsables de esa "contaminación" del catalán, el filólogo apunta a los medios de comunicación en catalán. "Difunden el modelo contaminado" por el castellano, insiste. Y pone como ejemplo destacado las retransmisiones de fútbol "porque transmiten una cantidad de virus terrible", y las traducciones de los diarios.
Defiende el monolingüismo en catalán pero prefiere llamarlo "lengua de poder"
Vidal insiste en que la única solución es impolantar un monolingüismo oficial y real en catalán, pero no le gusta ese término porque es "feo y fácil de desprestigiar por parte de quien no sabe".
"A mí me gusta más la expresión 'lengua de poder'. Cuando oyen decir 'monolingüismo', en seguida gritan: '¡Ah, nos quieren llevar a todos a la cárcel!". En cambio, 'lengua de poder' simplemente quiere decir que sea la lengua efectivamente obligatoria a la hora de vivir en este país [por Cataluña], como pasa en cualquier lugar", concluye.