El ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, han comparecido este martes durante más de dos horas ante la titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón, que investiga el caso abierto por la fortuna que ocultaron al fisco en el extranjero durante 34 años.
Ferrusola se ha negado a declarar ante la magistrada, mientras que Pujol ha reiterado su versión, sosteniendo -como hizo en su confesión inicial de julio pasado y en su comparecencia en el Parlamento autonómico de septiembre- que los fondos provienen de una herencia de su padre, Florenci, que acabó en manos de su esposa y sus hijos. Además, se ha referido a un supuesto documento manuscrito que recogería la voluntad de su padre en ese sentido, aunque no lo ha presentado.
También ha revelado que la persona que gestionó la fortuna escondida en Andorra se llamaba Delfí Mateu y ya ha fallecido. En 1989, el gestor pasó a ser Joaquim Pujol Figa, primo de Pujol. Y un año más tarde, el hijo mayor del matrimonio Pujol-Ferrusola, Jordi.
No regularizó el dinero evadido para no dañar su imagen política
Pujol ha asegurado que desde el primer momento se desvinculó de la supuesta herencia para no dañar su imagen política, ya que en aquel momento acababa de ser elegido presidente de la Generalidad, y que por eso no regularizó el dinero.
El ex dirigente nacionalista ha argumentado que la cantidad inicial se fue multiplicando mediante inversiones en productos financieros en Andorra y por los intereses generados hasta alcanzar alrededor de 500 millones de pesetas. La juez le ha emplazado a presentar los documentos que acrediten su versión, que hasta ahora no está probada.
Gritos de "ladrones"
El matrimonio ha entrado y salido de los juzgados entre fuertes medidas de seguridad, y en ambos casos han sido abucheados e insultados por un grupo de personas concentradas a las puertas de la Ciudad de la Justicia.
A la salida, Pujol se ha limitado a indicar que "las declaraciones las he hecho ante quien tenía que hacerlas". Mientras que Ferrusola ha dirigido su mirada a una persona que les había tildado de "ladrones" y le ha dirigido un gesto con la mano diciendo que 'no'.
Pujol se niega a contestar a la fiscalía y a la acusación particular
Durante su comparecencia ante el tribunal, Pujol solo ha respondido a las preguntas de la juez y a las de su abogado, pero se ha negado a contestar las preguntas de la fiscalía y de la acusación particular, que consideran que la fortuna proviene del cobro de comisiones ilegales. Es el primer presidente de la Generalidad interrogado judicialmente como imputado por un presunto delito de fraude fiscal.
Tras su comparecencia, han declarado tres de sus hijos, en concreto, Marta, Mireia y Pere, imputados por fraude fiscal y blanqueo de capitales. Todos ellos ha negado tener cuentas en el extranjero y han asegurado haber regularizado el dinero que tenían en Andorra. Además, han señalado que no se enteraron de la herencia de su abuelo hasta 1992, cuando el menor de los hermanos alcanzó la mayoría de edad. Entonces les tocaban 62 millones de pesetas a cada uno, pero el hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, continuó con la gestión del dinero y del reparto de beneficios.