El expresidente de la Generalidad Jordi Pujol y su mujer, Marta Ferrusola, han llegado esta mañana a la Ciudad de la Justicia de Barcelona para declarar ante la juez como imputados por delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales a causa de los fondos ocultados en el extranjero sin declarar durante más de trenta años.
El matrimonio ha llegado en coche y ha entrado en el edificio por el acceso de Gran Via rodeado de un fuerte dispositivo policial de antidisturbios, donde han sido recibidos con bocinas, silbidos y gritos de “chorizo” y “ladrón” por parte de los manifestantes. Algunos de ellos han desplegado una pancarta donde se podía leer “Vayánse a la mierda familia Pujol Ferrusola”.
Pujol, su mujer y los hijos de la pareja Marta, Mireia y Pere están citados a declarar desde las 10 horas ante la magistrada del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón, que los investiga tras la confesión del expresidente autonómico.
Las declaraciones se producen dentro de la investigación abierta tras confesar en julio el expresidente que ha tenido dinero sin regularizar en el extranjero durante tres décadas y, que, según Pujol, es una donación de su padre, mientras que la juez ve "sospechoso" que los fondos investigados provengan de una herencia sobre la que la familia no ha aportado ninguna documentación.