El enfrentamiento abierto y frontal entre CDC y ERC hace cada día más difícil que el presidente de la Generalidad, Artur Mas, convoque elecciones para antes de las municipales de mayo. De hecho, en las últimas horas, las apuestas apuntan a que estas no se celebrarán hasta pasado el verano, aunque todo podría cambiar en cualquier momento.

Según ha avanzado el diario Ara, Mas ha trasladado a la dirección de su partido su enfado por la persistente negativa de Oriol Junqueras a aceptar la propuesta de formar una candidatura independentista unitaria. Tampoco le han gustado las reticencias del líder de ERC respecto a la opción de presentar listas separadas con la condición de que solo la encabezada por Mas pueda incorporar a personalidades independientes, una alternativa que, en todo caso, no garantizaría que las autonómicas se celebrasen antes de las municipales, como pretende ERC.

De igual forma, La Vanguardia también coincide en asegurar que Mas se inclina por dejar para otoño las elecciones, ante la imposibilidad de conformar una candidatura única.

El entorno de CDC prepara el terreno para un 'no acuerdo'

Desde el entorno de CDC ya empiezan a preparar el terreno por si, finalmente, no hay acuerdo para celebrar elecciones de forma inmediata. El ex director del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) Marçal Sintes -destacado convergente- señalaba este lunes desde las páginas de El Periódico que, "dada la situación bélica" entre CiU y ERC "en la que nos hallamos, seguramente lo mejor sea parar máquinas", y consideraba que las elecciones "quizá deberían esperar".

"No vale el tenim pressa cuando lo prioritario es restablecer las condiciones que hagan posible el diálogo y los acuerdos razonables entre Mas y Junqueras", añadía, y se mostraba partidario de "dejar las elecciones para más adelante, incluso agotar la legislatura".

Intentan culpabilizar a ERC de un posible fracaso de las negociaciones

Otro de los voceros oficiosos de Mas, Francesc-Marc Álvaro, también cargaba este lunes de forma desacomplejada contra Junqueras, en este caso desde su columna en La Vanguardia. El objetivo: dejar claro quién sería el culpable del posible desencuentro.

El periodista criticaba el plan de ERC para asaltar al electorado de CiU, y señalaba que "la capacidad de Mas para conectar con la gente" el 9N ha dejado "descolocado" a Junqueras, que rechaza cualquier acuerdo para "justificar su falta de cintura". Álvaro iba más allá y denunciaba que "los entornos de ERC lleguen al delirio de difundir que Mas es un chantajista y un traidor que tiene un pacto secreto con Rajoy para dinamitar el proceso".

CDC abre la puerta a "no apoyar unas elecciones de manera inmediata"

Lo cierto es que en las últimas horas CDC ha recuperado con más fuerza su apuesta por la candidatura única independentista, que es la opción a todas luces más inaceptable por ERC -una alternativa que incluso han denunciado otros partidos de la oposición-. Tanto el coordinador general de CDC, Josep Rull, como la portavoz del partido, Mercè Conesa, han insistido este lunes que la lista única unitaria es la mejor opción para avanzar hacia la independencia, alejándose de las diferentes variables de listas separadas.

Conesa, además, ha abierto la puerta con más claridad que nunca a posponer las elecciones: ""Si nosotros valoramos que una precipitación puede conducir a un fracaso del proceso, no apoyaremos unas elecciones de manera inmediata".

Mas no está dipuesto a autoinmolarse en unas elecciones

Con todos estos elementos se llega a una conclusión: CDC no está dispuesta a adelantar unas elecciones en las que, según todas las encuestas, podría perder, al menos, una decena de escaños.

Pero, en caso de que finalmente no se convoquen de forma inminente, tampoco quiere aparecer ante sus bases y ante la opinión pública como la responsable del no acuerdo, y trata de culpabilizar de ello a ERC.

ERC también trata de responsabilizar a CiU de un 'no acuerdo'

Junqueras es consciente de esta situación, por eso, desde el viernes pasado, han cambiado el discurso público y -una vez rechazada la candidatura conjunta- no dejan de repetir que están de acuerdo con la fórmula de listas separadas propuesta por Mas, con la condición de que las elecciones se celebren de forma inmediata.

Sin embargo, ERC también parece más interesada en dejar claro a la opinión pública de que la única responsabilidad de que no se adelanten las autonómicas antes de las municipales es de CiU, más que en conseguir que efectivamente se celebren.

Lucha descarnada por un mismo espacio electoral

Haya o no adelanto electoral, el espectáculo de los últimos días refleja simplemente la lucha de dos partidos por un mismo espacio electoral, en la que ninguno de los dos está dispuesto a salir derrotado.

Una lucha -descarnada y sin cuartel- que, además, se ve afectada por el temor -inconfesable- de que incluso ambos podrían perder, especialmente desde la irrupción de un nuevo e imprevisto actor político -Podemos-, que podría hacer que el independentismo ni siquiera fuese mayoritario en el Parlamento autonómico tras unas elecciones en clave plebiscitaria.

La ANC pierde capacidad de presión

Por otra parte, si las negociaciones entre CDC y ERC fracasan, deberán enfrentarse a la presión de entidades independentistas radicales, como la ANC -que ya ha amenazado con presentarse a unas elecciones- y Òmnium Cultural.

Sin embargo, el desánimo parece que empieza a calar entre el independentismo. Una muestra de ello ha sido el fracaso de la cacerolada que este lunes había convocado la entidad presidida por Carme Forcadell con el objetivo de presionar a Mas y Junqueras para que alcancen un acuerdo inmediato.