El alcaldable del PSC por Barcelona, Jaume Collboni, llegó recientemente a un pacto con el gobierno municipal, encabezado por el convergente Xavier Trias, para aprobar los presupuestos del Ayuntamiento para 2015, a cambio de un incremento en la partida de gastos sociales y, sobre todo, de una rebaja de 35 céntimos en el precio de la tarjeta de transporte público más usada, la T-10. Pero eso no le impedirá, con las municipales de mayo en el horizonte, intentar poner en aprietos al alcalde en uno de sus aspectos más criticados: la deuda que mantiene la Generalidad con el consistorio, que desde la oposición se ha criticado reiteradamente que Trias rehúsa reclamar.

En rueda de prensa, Collboni ha explicado que el grupo socialista en el Ayuntamiento llevará al próximo pleno municipal una propuesta para que el Consistorio reclame judicialmente la deuda a la Generalidad. Una deuda que el gobierno municipal cifra en 90 millones de euros, pero que según cálculos de los socialistas asciende a 154 millones.

Collboni ha considerado que el trato que cerró el Ayuntamiento con la consejería de Economía y Conocimiento, que dirige Andreu Mas-Colell, -y que contempla satisfacer parte de la deuda mediante la dación en pago- solo fue una escenificación de la Generalidad para "hacer ver que paga la deuda", mientras Trias "juega al escondite con el dinero". Collboni también ha recordado que Trias se comprometió en 2011, cuando se celebraron las últimas elecciones municipales, a llevar a la Generalidad a la justicia si no pagaba su deuda.

Trias, "al servicio de la Generalidad, y no de la ciudadanía"

"Una cosa es lealtad, y otra la sumisión de Barcelona a los intereses de Mas", ha exclamado Collboni, que considera que el alcalde Trias "debería tener como prioridad la ciudad y no una lealtad partidista". "Tenemos un gobierno [municipal] que está al servicio de la Generalidad y no de la ciudadanía. Nosotros apostamos porque el dinero no se quede en el cajón, y reclamar lo que nos corresponde", ha añadido.

El PSC no es el único partido que reclama el pago de esta deuda. Con más énfasis, y sobre todo con más reiteración, lo ha venido haciendo el PP catalán, de la mano de su líder municipal, Alberto Fernández Díaz, que hace solo cinco días denunció el "expolio fiscal" de Barcelona, a la vez que volvió a exigir el pago de esta deuda. Una deuda que los populares ven más elevada que los socialistas, de 300 millones de euros. No obstante, el PSC también considera que la "deuda real" de la Generalidad con el ayuntamiento es de 350 millones, al sumar inversiones que ha asumido el Consistorio cuando no le pertocaba hacerlo.

Si se aprobara la iniciativa anunciada por Collboni, Trias se vería en el trance de estar obligado por el pleno municipal a actuar judicialmente contra la Generalidad, que preside su jefe de filas en CDC -y máximo valedor en la carrera que le llevó a la alcaldía-. Y el precario equilibrio de fuerzas que sustenta a Trias en el Ayuntamiento deja abierta cualquier posibilidad. Como ejemplo, los presupuestos de 2015 se aprobaron gracias al voto de calidad del alcalde, al empatar el 'sí' de los 14 concejales de CiU con los de PP (9) e ICV-EUiA (5), tras la abstención del PSC (11) y UpB (ERC, RCat y Laporta, con dos concejales).

Así las cosas, y en el caso de que el PSC obtuviera el 'sí' del PP catalán en su propuesta, Trias necesitaría, para no perder la votación, el voto negativo -no solo la abstención- de ICV-EUiA y UpB.