La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha defendido la formación de un gobierno de partidos no independentistas en Cataluña tras las próximas elecciones autonómicas, y ha asegurado que lo apoyaría aunque su partido no fuese la fuerza más votada.

Así lo ha señalado en una entrevista para Europa Press, en la que instado a PSC, UDC y C's a tener "altura de miras". "Por encima de los intereses del PP y por encima de repartos de cargos que no me importan ni me interesan, mi responsabilidad es ofrecer a los catalanes que los partidos constitucionalistas sean capaces de ofrecer una alternativa", ha insistido.

Presentará formalmente la propuesta en enero

Sánchez-Camacho, que presentará su propuesta formalmente en un acto previsto para finales de enero, ha considerado que los partidos no nacionalistas "deberían dejar de mirarse al ombligo, dejar de mirar sus intereses políticos y electorales, y mirar más por Cataluña y por los cinco millones de catalanes que no votaron el 9N y que están esperando que los partidos constitucionalistas nos hagamos mayores".

La dirigente popular ha indicado que, ante "la importantísima situación de gravedad" actual, es necesario un gobierno que tenga como objetivos garantizar la unidad de España, favorecer la convivencia y defender las libertades y la democracia.

Responsabilidad histórica

"Yo no sé si a C's le interesa más criticar al PP para sacar votos y escaños, si a UDC no le interesa pactar con el PP, ni si al PSC le interesa seguir en una situación de ambigüedad. Pero los partidos deberían dejar de pensar en sí mismos y pensar en el futuro de las próximas generaciones", ha añadido.

Y ha animado a los partidos constitucionalistas a defender la convivencia, la libertad y la democracia en Cataluña, evitando dejar el Gobierno autonómico "en manos de una élite política que ha estado gobernando Cataluña durante muchos años por sus propios intereses".

La líder del PP catalán ha concluido asegurando que su partido tiene una responsabilidad histórica en un momento en el que España está ante dos desafíos muy graves: "El de una CiU que quiere romper España y el de Podemos, que quiere cambiar y romper el sistema constitucional".