Política
El 'cadáver' político de Pujol arrastra al agónico Artur Mas
Mas ha confesado: quiere convocar elecciones sólo si las puede ganar. Ha perdido el poco pudor que le quedaba. Pero está atrapado por el antiejemplo de Jordi Pujol y por el odio que su petulancia ha generado en el seno de ERC.
18 diciembre, 2014 03:00En el derecho hereditario francés hay un axioma muy útil para entender un aspecto clave de aquella especialidad jurídica, tanto allí como en España: "El muerto coge al vivo" ("Le mort saisit le vif"). Significa que los bienes del difunto pasan al heredero legítimo desde el instante de su muerte (si bien hay la aceptación a beneficio de inventario) sin ninguna formalidad jurídica, mientras que para los legatarios la cosa es más compleja.
Por ello, el dirigente socialista francés y luego primer ministro galo, Lionel Jospin, dijo, con razón, en el 1995, que él aceptaba la herencia del siniestro Mitterrand "a beneficio de inventario".
Mas, el heredero elegido libremente por Pujol
Mas no lo hizo, en relación a la herencia de Jordi Pujol. En realidad, no podía ni soñar en ella: estaba encantado de ser elegido el heredero. Como sucede en el derecho anglosajón y en los países árabe-musulmanes, Mas había sido elegido libremente por Jordi Pujol. O, más exactamente, por toda la familia Pujol, la cual, por supuesto, podía estar pensando en sus intereses, como he escrito mil y una veces. Como se sabe ahora, Pujol había creado todo un sistema, que hoy perdura. Ese sistema 'coge' o 'arrastra' a Mas, estirado por el 'cadáver' (político) de Pujol.
Un interés entonces prioritario e inmediato para aquella familia era que Mas mantuviera protegida la poltrona de la Plaza de Sant Jaume, a la espera de que pasara a ocuparla Oriol Pujol Ferrusola. Lo escribí con todas las letras a inicios de los años noventa, por tanto, antes de que se produjera la sucesión. No fue una especulación, ni tampoco un razonamiento deductivo, ni una obsesión. Como ya he escrito en otras ocasiones, me lo había explicado mi amigo Jaume Casajoana, miembro fundador de CDC que había descubierto la gran maldad de Jordi Pujol y de su familia.
Mas tenía que saber mucho y mucho
La continuidad del sistema se hizo discretamente. Ahora bien, en el seno de CDC fue sabido, conocido y asumido como un honor para Mas. No era un honor, como se ve, si bien ya entonces Mas no venía del limbo. Había sido consejero de Obras Públicas y luego primer consejero, funciones crematísticamente delicadas, en particular en aquellos años. Entonces eran relevantes algunos hijos del patriarca del clan y presidente de la Generalidad.
Personalmente, no creo posible que este tema no sea analizado por el poder judicial, finalmente competente en una cuestión clave para Cataluña. Hace semanas, una encuesta mostró que un de cada cuatro votantes de CDC no se creía la versión de este partido. Todo indica que aumentará el número de incrédulos en la inocencia celestial de Mas.
Hablar de corrupción y de recortes
Esto solo indica que está perdiendo las futuras elecciones, anticipadas o no. Sin embargo, habrá que seguir con mucho detalle cómo se habla (o se calla) de la corrupción y de los recortes. Sería una tontería imperdonable seguir dando vueltas únicamente a la absurda e imposible tontería del independentismo. El efecto positivo que los independentistas quisieron hacer creer que había producido el 9N ya no se aguanta. Hay cansancio y mucho desconcierto. El lirismo mesiánico y el apostolado mediático duran lo que duran.
¿Alguien puede creer en serio, a estas alturas, en un camino triunfal hacia el independentismo? Hoy nada parece indicar que la suma de escaños de ERC y de CDC si, muy eventualmente, hay elecciones anticipadas, pueda dominar el futuro Parlamento autonómico. Si lo dominase, el follón interno en una difícil coalición también sería colosal. Recuérdese el papel escalofriante de ERC en el Tripartito. Además, ahora estarán Podemos y la CUP. Lo pasaremos divertido, pero nada irá de manera racional, o sea que continuaremos como hasta ahora. Habrá que esperar a que los soñadores existentes decidan aterrizar.
Cómo la familia Pujol hizo dinero
Es más determinante saber cómo (sic) la familia políticamente más importante de Cataluña (los Pujol) pudo llegar a 'ahorrar' tanto y tanto, por decirlo animus iocandi. Es decir, irónicamente.
Insisto en el 'cómo'. Averiguarlo puede llevar a dos situaciones extremas. La primera sería constatar que Mas sabía pero callaba o quizás algo peor. El procedimiento judicial podría poner de relieve si, como consejero o como primer consejero, Mas tuvo muchas o pocas relaciones con hijos concretos de Jordi Pujol. Puede tener interés saber si estos estuvieron relacionados con asuntos que pasaran por las manos de Mas, dado el organigrama administrativo de la Generalidad.
Capacidad o incapacidad de Mas
La segunda situación es antagónica a la expuesta. Parte de analizar la capacidad o incapacidad de Mas para ejercer su función de vigilancia y supervisión administrativa. En cuanto a una posible incapacidad, podría llegar a su responsabilidad por culpa in vigilando. Hay un gran y complejo tema a aclarar. En síntesis, Mas se puede ver en la posibilidad de tener que demostrar que no se aprovechó de nada, cosa bien inefable, ni estaba, ay caramba, en una situación de poder saber nada.
No hay que ser nada malicioso para considerar otros aspectos situados en terrenos con olor a corrupción. Pienso en el caso Palau de la Música Catalana, con el correspondiente embargo de la sede de CDC y de muchas cosas más. O en la alucinante adjudicación de la empresa de Aguas Ter-Llobregat. Errar en la privatización más importante de la historia de Cataluña es mucho errar. Si no se piensa en la corrupción, hay que creer en una incapacidad manifiesta. Todo ello representa un flanco de Mas muy débil. Todo indica que ERC se aprovechará de ello, al estar hoy devorada por un inmenso odio en contra de Mas, que le ha estado tomando el pelo durante meses. Soportar el ego petulante de Mas debe de ser una tortura.
Unitarismo para huir de la realidad
Respecto a aquel inmenso paquete genérico de agravios de ERC contra Mas, una fuente de la propia CDC me dice: "Es obvio que Mas no quiere encabezar una candidatura solo de CDC porque entonces el gran tema será la historia de CDC, la de él mismo como heredero satisfecho y contento de Jordi Pujol, elegido por la 'familia', y el análisis de su desastrosa gestión de la Generalidad, la peor de todas las que ha habido, desde la Transición hacia aquí".
De manera muy evidente, ERC tiene contra Mas el arma de la corrupción, mientras CDC no tiene ningún gran instrumento contra CDC, porque Mas ha cometido el gran error de estar radicalizándose durante los dos últimos años y de estar dispuesto a hacerlo aún más. Mas ha perdido el arma, hoy sólo teórica, de la moderación.
Tertulianos más y más tontos
La voluntad de ruptura irresponsable por parte de CDC resulta bien visible en la continua radicalización de sus tertulianos en TV3 o en la cadena Godó. Un tonto siempre es sustituido por otro aún más tonto, sectario y ridículo. Pronto llegarán al súmmum. ¿Serán capaces de encontrar a un petulante más ignorante y grotesco que Toni Aira? La tarea se adivina pesada, como se diría hace un siglo.
Lógicamente, todo lo que expongo también lo ve ERC. Es fácil entender y comprender que hoy Mas y CDC restan, no suman. Si, además, se considera que Mas y Junqueras son objetivamente lo que en teoría económica se llama "bienes suplementarios" (es decir, que se tiene que elegir uno u otro) aspirando al mismo cargo, la candidatura unitaria se convierte en una mera operación cínica de Mas para escapar de aquello por lo que él debe ser valorado. Al hacerlo, ves que la valoración solo puede ser negativa. Por eso llora la criatura, la criatura política que engendró Pujol, de pies a cabeza.
¿Cómo separar a Pujol y Mas?
En efecto, ¿cómo no mirar la gestión de Pujol separándola de la de Mas? Este nunca ha dicho lo que afirmó Lionel Jospin, persona que realmente era y es más honesta que el cínico repugnante Mitterrand. Por decirlo claro, Mas se merece ser estrujado en campaña electoral, muy estrujado, infinitamente estrujado. Por desgracia, no creo que lo llegue a ser como lo sería en cualquier país más democrático.
En una Cataluña independiente, por realpolitik y por mera lógica, mandarían los independentistas, los de aquí y ahora, Mas y Pujol serían elevados a los altares, a los altares de la locura independentista, y eso sería la conversión en realidad de una pésima pesadilla.
CDC, atacable por la corrupción
No hay, ni puede haber, una CDC independentista y moderada, ni tampoco una ERC con estas características. Ambos partidos están irremisiblemente condenados a ir lanzados desde la ya suma e inmensa radicalización a todavía más maximalismo. Pero ERC tiene y tendrá el gran recurso consistente en usar contra CDC el tema de la corrupción, y CDC no tiene ningún tema equivalente, en cuanto a rentabilidad preelectoral.
Sin embargo, como tema fácil contra ERC está su política de apoyo a los peores recortes, los sanitarios, efectuadas por CDC. Habrá que ver hasta qué punto serán importantes los ataques concretos que se puedan hacer contra ERC en este terreno. Por ahora, ningún partido (PSC, PP, Iniciativa, Ciudadanos, CUP) ha profundizado nada en el tema sanitario, donde hubo una comisión parlamentaria llamada de investigación que causó vergüenza ajena. También en este orden de cosas las únicas esperanzas residen en las actuaciones judiciales. Cuesta mucho creer que no se vea ni se utilice este ámbito de actuación.