Mas ya lo dejó meridianamente claro en su momento, cuando expuso su nueva hoja de ruta secesionista tras el 9N: solo adelantaría elecciones si se organizaban a su manera, con una lista única independentista al margen de los partidos y como plebiscito sobre la secesión previo a un auténtico referéndum. Unas condiciones que ERC no acepta, tras lo cual CiU y el Gobierno autonómico han vuelto a echar agua al vino de las posibles elecciones anticipadas, volviendo a poner sobre la mesa la posibilidad de agotar la legislatura.

"El calendario de este gobierno es que las elecciones tocan en 2016", ha dicho este martes el consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo Ejecutivo. "El propósito es sacar adelante los compromisos adoptados al inicio de la legislatura", ha añadido.

Cruce de declaraciones

Las palabras de Homs de este martes, desdeñando la posibilidad de elecciones anticipadas, chocan frontalmente con las declaraciones de las dos últimas semanas de diversos dirigentes de CDC llamando a formar una candidatura unitaria independentista para estos hipotéticos comicios. Incluso ayer mismo el portavoz de CiU en el Parlamento autonómico, Jordi Turull, volvió a insistir en pedir a ERC que aceptara la lista única, e incluso se mostró abierto a discutir la fecha propuesta por estos para las elecciones, el 8 de marzo.

Las declaraciones de Homs también llegan exactamente una semana después de que el líder de ERC, Oriol Junqueras, en una conferencia, respondiera a la propuesta planteada la semana anterior por el presidente de la Generalidad, Artur Mas, -también en una conferencia-, y lo hiciera rechazando la lista unitaria secesionista y proponiendo, en cambio, diversas de candidaturas.

Tras una semana de cruce de declaraciones y de tira y afloja entre los principales protagonistas, no se ha producido ningún acercamiento visible. Todo apunta a que el paso atrás expresado por Homs este martes puede ser realmente un signo de que CiU y Mas ya no contemplan adelantar las elecciones, o puede ser una nueva arma de presión contra los de Junqueras.