En el tercio de varas el viejo toro de España es un guiñapo. El Astucias pica con saña mientras El Niño de la Sandalia y Oriol Pitanzas arrinconan con sus esteladas a la decrépita y maltrecha fiera. El tendido brama, el albero se llena de bragas y el astado, boleado, cornudo, apeleado, dobla los cuartos traseros y muge su impotencia. Le tiran del rabo Rigol y Duran y le estoquean los bajos Arrufat, Rull y Turull. Joana Ortega, Carme Forcadell y Muriel Casals presiden la gran corrida, el éxtasis secesionista, la orgía "gangbang" de la "democracia". La sangre de la bestia salpica al tendido y el respetable se desborda de placer y emoción.

El astado. Titula Arcadi Espada en El Mundo "Una nación sin Estado" y escribe: "La única estrategia visible del presidente Rajoy era la ley y su fracaso es constatable y de largo alcance: entre la desafección generada estará la de muchos votantes y militantes del Partido Popular. Tampoco los partidarios de alguna tercera vía pueden sentirse reconfortados. Es improbable que algún pacto duradero y profundo pueda alcanzarse a partir del quebranto de la ley y de su exhibición jactanciosa. Aunque bien es verdad que en algún sentido puede haber habido un acercamiento: ya parecen ser dos naciones sin Estado las que de tú a tú negocian".

Se reclama testigo presencial Espada de la siguiente sentencia de Mariano Rajoy: "No me cabe en la cabeza que el presidente Mas no cumpla la ley". Acota el autor: "Pues ya le cabe. Durante este aciago domingo español el presidente Rajoy ha debido de sufrir una terminante ampliación de cabeza".

Una ampliación de cabeza y Rajoy es tema para el telediario del gran Wyoming o para un conferencia del pequeño Nicolás en FAES. El fin de semana del presidente del Gobierno ha sido antológico. De primero, Monago y el tórrido romance con Olga María en bussines class con la tarjeta black del Senado. De segundo, Mas y la apoteosis de un crimen de Estado, el del Estado mismo. En la prensa de Madrid, Rajoy es el estafermo que describía Pedro J. Ramírez en su primera homilía fuera de la orden del globo verde. "Un crustáceo exánime", tal vez un hombre perplejo, señala el director de periódicos. Alumbra Ramírez: "Originariamente el estafermo era un muñeco giratorio, firmemente plantado en un lugar de la pista del torneo –de ahí la etimología italiana: “sta fermo”-, que enarbolaba en un brazo un escudo y en el otro, igualmente rígido, una correa con bolas de hierro o saquillos de arena. Los lanceros debían impactar al galope en el escudo y escabullirse con la suficiente rapidez para no ser golpeados por la espalda, e incluso derribados, por esos objetos contundentes que ellos mismos activaban con su ímpetu. La naturaleza del estafermo residía en su carácter inerte, en su falta de iniciativa, en su abulia existencial, en su condición tan yerma como yerta, en contraste con la vitalidad actora del jinete".

Todo conspira contra Rajoy en una nación sola, fané y descangallada, en el corralito de la impostura, en el país de Rigol, Arriola y Serrano, autores de la letra "La maté porque era mía". Mariano es Cagancho en Almagro. La interpretación de Federico Jiménez Losantos, en El Mundo, incide en las deserciones: "Unos jueces, interpretando adecuadamente la deserción del Gobierno, dijeron ayer a la Fiscalía que no retiraban las urnas en que se escenificaba la independencia de Cataluña y la ruptura de España porque «sería una medida desproporcionada». Cierto. Lo proporcionado a la traición del Ejecutivo es la prevaricación del Judicial. Sólo falta -pero en eso está ya Soraya Cebrián de Santamaría- que el Legislativo vote la abolición de la soberanía nacional. Debe de ser la primera vez en que España cae derrotada porque no la dejan combatir. Esto sí que es Desastre y no el del 98".

La prensa de Barcelona chorrea satisfacción, tinta amarilla y el sabor de una victoria del Barça. Un triunfo de la voluntad, de la perseverancia y de la convicción. La Vanguardia titula que "Un 9N masivo reclama una salida política". El Periódico, "Pleno soberanista". Ara, "2,3 M" y El Punt Avui, de riguroso gualdo, da una lección moral con el titular "Se hace así" y la fotografía de una mano introduciendo una papeleta en la urna. Para quitarse la boina. O sea que se trata de meter un sobre en una caja. Vaya, vaya. Y vayan preparando las maletas los disidentes, los resistentes y los que se sienten (coño) españoles.

En el plano práctico, el director de La Vanguardia, Màrius Carol, elogia a Rajoy y le dice por donde debe ir a partir de ahora, a ver si se entera de una vez: "Ha sido inteligente por parte de Mariano Rajoy haber tolerado con reparos el “proceso participativo”, a fin de no convertir el 9-N en el culmen de sus enfrentamientos de los últimos meses. Pero ahora llega el momento de la verdad: si no hay respuesta por parte del Gobierno de Madrid a la necesidad de encontrar un nuevo encaje con España (que también esperan muchos de los que no fueron ayer a depositar su voto), el independentismo habrá ganado definitivamente la batalla. Este diario no se cansará de pedir diálogo, negociación y pacto. Y sobre todo inteligencia, para abordar un futuro que aún está por escribir".

Que ha ganado Mas por goleada, por k.o. fulminante, por jaque mate, match ball y tal es una evidencia palmaria que queda reflejada en el recuento de bajas que corre a cargo de Iñaki Ellakuría, también en La Vanguardia: "“Lo que está pasando deja al partido muy tocado en Catalunya, es muy difícil explicar a nuestros votantes que el Gobierno no hace cumplir la ley y deja que al final Artur Mas se salga con la suya”, admitía un dirigente popular. Pero su palpable preocupación iba más allá del 9-N. Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y empiezan a contemplar seriamente una debacle en las municipales y la posibilidad de perder sus principales alcaldías: Castelldefels y Badalona".

El escenario promete y el espectáculo puede estar a la altura del Almirante Pascual Cervera y Topete (que tomamos prestado del artículo de Jiménez Losantos) ordenando la salida de la flota española por el pasillo de honor de la Armada estadounidense. No quedó ni una astilla. De cumplirse el guión, el tercer acto o faena propiamente será la fotografía de Mas y Rajoy negociando en La Moncloa.

La ley de la gravedad sigue en vigor, asegura Juan Arza.

10 de noviembre, Porfín, Efrén, Probo, Tiberio, Modesto, Demetrio y Andrés Avelino.